Nuestra vida en estos días está más ocupada que nunca, pasamos más tiempo en nuestras oficinas de lo que hacemos en nuestros propios hogares. Después de un día agotador en el trabajo, necesitamos llegara a casa y relajarnos. Hay algunos pasos simples para hacer nuestros hogares más armoniosos y pacíficos, y que logramos relajarnos al final de un día ajetreado.
Nuestro sueño a menudo, es irregular e interrumpido y no conseguimos dormir las horas suficientes. Al hacer de tu dormitorio un santuario, vas a mejorar la calidad de tu sueño y por lo tanto, la calidad de sus horas de vigilia. Los textiles que utilicemos en nuestra cama, sus colores y texturas, nos envuelven de noche y bloquean el mundo, literal y figurativamente. También absorben los ruidos que interrumpen el sueño, brindando la tranquilidad que necesitamos para el verdadero descanso.
Si contamos con espacio suficiente, crear una zona de estar con un gran sillón o un sofá, nos va a permitir leer o ver la televisión sin tener que hacerlo en la cama. Así como se presenta en esta propuesta de Mariana Morales, es importante contar con una lámpara, ya sea de mesa o de pie, justo allí para asegurar una iluminación adecuada cuando la luz natural cese. Mantené revistas y libros en una pequeña mesa, agregá un par de almohadones y mantené algunas mantas cerca, en una cesta o otomana. Traé plantas o flores frescas, colgá fotografías y rodeate antigüedades y reliquias familires. Podés agregar una alfombra para crear una suavidad bajo los pies y abrir las cortinas y persianas para aprovechar al máximo la luz natural.
Con su tamaño compacto y su capacidad de funcionar tanto como una cama y sofá, los futones son una gran solución a pequeña espacio para los habitantes de apartamentos. Ya sea que practiquemos yoga, tomemos una siesta o lo utilicemos para jugar con nuestros niños, agregar un sillón aporta funcionalidad sin la necesidad de sacrificar estilo. Podemos elegir su color, textura y material ya que vienen en madera, hierro, y en forma de colchoneta plegable.
Si tenés una gran bañera o jacuzzi ya estás a mitad de camino, nada es más relajante que un gran baño caliente. Esta pequeña habitación puede ser fácilmente convertida en un pequeño paraíso. Dejá que la luz natural entre por las ventanas del baño de día y en la tarde o durante la noche, colocá dimmer a las luces para lograr una atmósfera más privada. Ubicar velas junto a la bañera, puede marcar la diferencia así como arreglar algunas flores, junto a las velas y sobre la mesada si hay suficiente espacio. Colocá alfombras suaves en el suelo y colgá arte en las paredes, sólo asegúrate que no sean valiosas, ya que podrían ser dañadas por la humedad.
Para más opciones de bañeras, hacé clic aquí.
Gran parte de la vida es dura y exigente, por lo que utilizar materiales suaves en tu decoración, es esencial para darle un aspecto relajante. Los textiles son su principal aliado en esta búsqueda. Cortinas lasrgas hasta el el suelo, fundas sueltas, y un montón de almohadones traen sensación de comodidad a los espacios. Los almohadones son fáciles de cambiar, jugá con ellos utilizando la variedad de formas y tamaños y cambiándolos de lugar con regularidad.
Creá una zona de en tu casa donde relajarse sea la función clave. Que sea conveniente para realizar alguna actividad relajante como leer, escuchar música o ver una película. No es necesario destinar toda una habitación, sólo tenés que seleccionar un lugar que está fuera de la corriente principal de la actividad doméstica. Agrégale asiento espacioso, buena iluminación, y una pequeña mesa al alcance. La única regla es que no se puede utilizar este espacio si no es para relajarse.