Los patios pequeñitos pueden llegar a ser hermosos cuando le dedicamos tiempo y cuidado. Una gran clave para lograrlo es diseñar un rincón destinado al relax. Hoy te enseñamos cómo podés alcanzar ese objetivo.
En este libro compartimos algunas propuestas para lograr que tu jardín pequeño sea un enorme santuario de belleza y descanso. ¡Comenzamos!
El color blanco nos ayuda a hace que los espacios pequeños se vean más grandes de lo que en realidad son. En el caso de los jardines, al estar expuestos directamente a la luz solar nos da la ventaja de que las paredes se encuentra iluminadas la mayor parte del tiempo, haciendo tu jardín más amplio durante el día. Sin embargo, debés cuidar que la pintura sea de buena calidad para evitar que se vuelva amarilla con el tiempo, o que la humedad la manche con moho.
Para llenar tu jardín de vida combiná diversas especies de plantas. Añadí árboles, palmeras o arbustos y una nota de color con distintas flores. Incluso podés extender el jardín hasta tus paredes con algunas enredaderas o plantas verticales.
El mimbre es un material perfecto para los muebles de exteriores. Por ser un elemento natural aporta frescura y tranquilidad a tu jardín. Pero, además de eso, es fácil de moldear para crear diseños hermosos que se adapten a cualquier estilo decorativo. Y con unos almohadones, también podés tener la comodidad a tu alcance. Este proyecto de Giovannoni Studio&Design te enseña cómo.
Al inicio mencionamos que lo más importante de tu jardín es que sea un espacio para recuperar la tranquilidad y para tomarte un descanso. Así que un jardín zen es la majo opción. Este tipo de diseños se pueden lograr en cualquier tamaño y arreglarlos, seguro, que va a ser una tarea que te ayude a relajarte.
Los jardines verticales son la solución perfecta para los espacios pequeños. Podés destinar los metros que tengás para colocar los muebles que necesités para tu descanso, y llevar el pasto y las plantas a las paredes.
Los pisos de piedra para los jardines se están convirtiendo en una tendencia que es perfecta para los lugares fríos, y para el invierno. Y en el caso de los espacios pequeños resulta algo sumamente útil.
Si querés diseñar tu espacio para descansar con una apariencia natural, este tipo de material es una gran opción para lograrlo.
Cuando pensamos en un jardín imaginamos un espacio grande donde podamos tener un área de pasto para jugar, otra área para las plantas, y un lindo camino que nos ayude a cruzarlo. Y todo eso es posible incluso en los espacios pequeños. Lo único que necesitás es dividir el espacio en áreas equilibradas, y combinar distintos materiales para definirlas.
Cuando comenzamos a diseñar nuestros ambientes acostumbrados a dividir el área en secciones horizontales, dejando el plano vertical un tanto descuidado. Pero si el área de nuestro jardín es pequeñito, entonces es tiempo de comenzar a visualizar un diseño que decore todo el volumen. Incluyendo enredaderas para las paredes y árboles o faroles para el centro.
Si querés que tu patio tenga una apariencia lo más natural posible, entonces incluí plantas silvestres y dale el toque especial con un sencillo estanque. Así las aves, y las plantas se encargarán de decorarlo por ellas mismas.
Si sos una persona enamorada y soñadora entonces necesitás que tu patio sea un rincón lleno de comodidad y con un espacio amplio como el que ves en la foto.
Para aumentar un poco el tamaño de tu jardín no necesitás agregarle metros. Un sistema elevado en el diseño te puede ayudar a tener más cosas en menos espacio y podés incluso sumar una fuente como la de la foto.
Un acierto para tu jardín es que tus muebles y elementos sean de materiales naturales, o al menos tengan una apariencia natural. Así podés lograr un ambiente tranquilo, sin necesidad de incluir muchos metros de pasto o demasiadas plantas.
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