Lo crean o no, los cojines o almohadones tienen una larga historia. De hecho las primeras menciones a estos útiles y decorativos adminículos datan de la Edad Media, cuando aparecieron reflejados en los inventarios de diferentes cortes europeas. Los asientos en esas épocas, eran generalmente toscos y duros, lo cual explica la necesidad que existía de objetos que aportaran un poco más de comodidad.
En nuestros días, llamamos cojines a esas especies de almohadas de diferentes formas (cuadradas, redondas, cilíndricas, rectangulares, etc) rellenas con lana, plumas, fibras naturales o de poliéster. Su finalidad es la de mitigar la dureza o la oblicuidad de una silla, sofá o sillón, o de hacer más confortable una cama o diván. Los más grandes, pueden ser utilizados como asientos al ponerse directamente sobre el piso.
Además de su obvia funcionalidad, los diseñadores de interiores y decoración los consideran piezas claves a la hora de aportar color y textura a los diferentes espacios de nuestras casas, muy especialmente el living y el dormitorio. También se utilizan en salas de estar, espacios exteriores como patios, jardines, balcones y terrazas. Son una oportunidad perfecta para darle una nueva cara a nuestros espacios y resaltar los muebles, sin necesidad de invertir en artículos más grandes, aparatosos y costosos.
Si quisiéramos por ejemplo incluir el color del año en el living, pero no estamos dispuestos a retapizar los sofás o a comprar muebles nuevos, siempre podemos adquirir 2 o 3 cojines de este color y darle ese toque de actualidad sin gastar una fortuna.
Acompáñennos a conocer un poco más de estos elementos decorativos tan simpáticos, coquetos y versátiles.
Como decíamos, los livings son de los espacios en los que los cojines resultan un complemento perfecto. Es muy común decantarnos por sofás en tonos neutrales, ya que se trata de muebles muy grandes que en tonalidades más intensas podrían llegar a cansarnos en poco tiempo. Entonces podemos utilizar los cojines para darles esa vibración y toques de color que harán que el sofá no se vea tan neutral y genérico.
Ya sea para la cama, para algún silloncito o sofá pequeño o para el asiendo de una ventana, los cojines en el dormitorio se lucen esté donde estén. Son perfectos para hacer más mullida la cama, para aportar nuevos toques de color o reforzar una paleta ya existente.
Por ser los cojines objetos o elementos decorativos más bien pequeños, son una excelente forma de sumar diferentes motivos y patrones a la decoración. Existen diferentes tipos de telas estampadas que harán que cualquier espacio se enriquezca visualmente.
Relacionados: Tipos de cojines que harán brillar tu sofá.
Los cojines a crochet están de moda, gracias a esa gran movida artesanal que se ha puesto de moda este último año. Los más comunes son redondos, pero se pueden incorporar tejidos de crochet en casi cualquier forma de cojín. No son caros y los más habilidosos en estas artes fácilmente pueden elaborarlos en casa, ya que es un proyecto DIY bastante sencillo.
Los cojines bordados especialmente en sus versiones más intrincadas son exquisitos, ya que se trata generalmente de labores de aguja muy minuciosos. Los vemos con frecuencia en nurseries o cuartos de bebés, pero la verdad es que se ven bien en dormitorios para chicos, adolescentes y adultos también.
En telas como lonas o con mucho nylon, los cojines para exteriores son perfectos para darle un poco de alegría a un balcón o terraza. Podemos elegir diferentes estampados según el look que queramos proyectar, boho chic, tropical, romántico, moderno o rústico.
Los cojines modernos suelen ser unicolores o con patrones lineales y geométricos en colores contrastantes como blanco y negro y en combinaciones generalmente neutras con algunos toques vibrantes como fucsias, violetas o amarillos.
Los cojines drapeados, especialmente en telas suntuosas como el satén o la seda, son perfectos para livings o dormitorios de estilo clásico y muy elegantes, ya que agregan sofisticación a cualquier rincón.
los cojines tejidos con patrones en zig zag son sensacionales si queremos darle un look boho chic al living o al dormitorio. Tienen además la virtud de aportar la cuota de textura necesaria, para hacer que los muebles sean más interesantes en términos táctiles y visuales.
Existen diferentes técnicas para teñir telas y los cojines no se salvan de esta tendencia, al contrario. Las más conocidas son el tie-dye y la técnica oriental llamada batik. Este tipo de teñido es bueno para espacios más informales y relajados, como dormitorios de adolescentes o espacios exteriores.
Para dormitorios con mantas o cubrecamas confeccionados en la técnica de patch work o quilting, los cojines a juego completarán esa sensación campestre que esta técnica de costura suele transmitir.