Ideas para el dormitorio

María Bausán María Bausán
Wandgestaltung Green, Freund GmbH Freund GmbH Jardín interior
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Es imposible negar la importancia que el dormitorio tiene en nuestra casa e incluso en nuestra vida. Cuando somos pequeños nuestro dormitorio es lo más parecido a nuestro primer hogar, un castillo propio y privado donde guardar los juguetes, organizar los libros y esconder nuestros secretos más íntimos. Cuando nos hacemos mayores y conquistamos la casa entera, el dormitorio pierde ese aura mágica que tenía cuando solo éramos unos críos, pero sigue alzándose como baluarte de nuestra privacidad. El dormitorio, bien sea solo nuestro, bien esté compartido, es el lugar en el que nos desnudamos de las preocupaciones del día a día, descansamos, soñamos y cargamos las pilas para afrontar cada nuevo día. Por eso en el dormitorio todo cuenta. Desde el orden y la ubicación de los muebles, a la elección de los mismos, el color de las paredes, o la decoración de estas. Cada uno tiene su estilo. Hay quien se permite ser en el dormitorio más cursi y romántico que en cualquier otra estancia y hay quien va a lo puramente funcional. Los hay que se arriesgan con estilos modernos y los que prefieren la decoración más clásica. Pero sea cuál sea nuestro estilo, hay algo con lo que todos estaremos de acuerdo: en ningún sitio como en el dormitorio debemos conseguir un ambiente acogedor en el que podamos sentirnos realmente a gusto.  

En homify sabemos que no siempre es sencillo conseguirlo, por eso os damos algunas claves para crear ambientes amables y acogedores en nuestros dormitorios. 

Plantas en el dormitorio

¿Es aconsejable tener plantas en el dormitorio? La sabiduría popular ha afirmado durante mucho tiempo que tener plantas en el dormitorio era peligroso. La idea se basaba en que, si bien las plantas durante el día eran recomendables, puesto que oxigenaban y limpiaban el ambiente, durante la noche, al no tener luz para hacer la fotosíntesis expulsaban dióxido de carbono y podíamos ahogarnos. 

Aunque la afirmación parte de una premisa cierta -las plantas por la noche respiran igual que nosotros- de ahí a decir que estas son peligrosas para nuestro salud va un buen trecho. Y es que la cantidad de dióxido de carbono que expulsan las plantas es mínima, por lo que se trata de una creencia falsa. Al contrario, tener plantas en el dormitorio puede tener muchos beneficios: 

1. Oxigenan el ambiente: Aunque expulsen dióxido de carbono por la noche, las plantas nos dan mucho más oxígeno del que nos quitan. Además absorben gases contaminantes, purifican el ambiente y aumentan la humedad en el aire.  

2. Reducen el ruido: Ya sabemos que uno de los mayores enemigos del sueño es precisamente el ruido. Las plantas ahogan la intensidad de los sonidos, por lo que pueden reducir ligeramente el nivel de ruido. 

3. Relajan: Las plantas nos hacen sentir bien. No sabemos si es por su belleza, por su aparente fragilidad y al mismo tiempo gran fortaleza, pero lo cierto es que las plantas transmiten tranquilidad, bienestar y optimismo. Una buena manera de reducir nuestro estrés. 

4. Decoran: No podíamos pasar por alto este aspecto. Las plantas son bonitas y como tal pueden resultar un elemento decorativo único para nuestro dormitorio, tal y como vemos en esta fotografía. Una pared repleta de musgo que, como un jardín vertical, nos hará sentir en plena naturaleza dentro de nuestro propio dormitorio. 


Las luces adecuadas

Si bien es cierto que la mayoría del tiempo que estamos en el dormitorio lo pasamos a oscuras, la iluminación es un tema que no podemos pasar por alto. Si somos de los que no podemos irnos a la cama sin leer algo antes, necesitaremos una lámpara junto a la cama. Pero además, en caso de que tengamos el armario en el cuarto, y no separado en un vestidor, necesitaremos que la luz ilumine bien el interior de este. Muchas veces la luz general no es suficiente para diferenciar los colores de las camisas, o para encontrar esas medias que se han perdido entre el caos del cajón de la ropa interior. Además también necesitamos una luz tenue, para momentos en los que solo buscamos relajación.  

En estos casos solo nos quedan dos opciones: o llenar de diferentes lámparas la habitación, para cada cosa y cada momento, o buscamos lámparas regulables que podamos organizar a nuestro gusto según para lo que las queramos. Las opciones son múltiples, solo hay que elegir.

Almacenamiento

homify Dormitorios de estilo moderno

Rara vez nuestro dormitorio es solo un lugar para dormir y relajarnos. Esta estancia de la casa es también un lugar de almacenamiento, donde guardamos multitud de cosas: ropa de cama, ropa de baño, nuestro vestuario, libros, etc. Es importante organizar bien el espacio y evitar a toda costa que la acumulación de cosas acabe con la tranquilidad, tan necesaria para el dormitorio. Cuanto más espacio tengamos para guardar cosas, mucho mejor. Además, todos sabemos lo difícil que es a veces colocar la ropa en su sitio exacto, es decir, el armario, cuando estamos cansados, por eso nunca está de más contar con un galán, una silla o una otomana donde poder dejar la ropa, siempre, eso sí, que no acabemos acumulando más ropa ahí que en el propio armario. 

Busca rincones que normalmente no sean útiles para instalar armarios y cajoneras. A veces es difícil encontrar muebles que se adapten a la fisonomía exacta de nuestro dormitorio y hay que recurrir a especialistas que nos hagan los muebles a medida. En este caso, deberemos tomarnos nuestro tiempo para decidir bien cómo lo queremos y dónde vamos a colocarlo. Si nuestro dormitorio es abuhardillado, las paredes inclinadas pueden ser un hueco que aprovechar para el almacenamiento. Debajo de la cama, por ejemplo, es otro lugar que si sabemos aprovechar puede dar mucho juego. Y si no, ojo a esta cama que esconde bajo el colchón todo lo que necesitamos para cambiar las sábanas. 

Ideas para habitaciones pequeñas

Incluso la habitación más pequeña puede ser acogedora y práctica si sabemos sacarle partido. A continuación os dejamos algunas ideas para habitaciones pequeñas:

1.-¡Ojo con la cama! Si tenemos una habitación pequeña no elijamos la cama más grande del catálogo, ya que nos quedaremos sin habitación. Una buena idea es aprovechar el espacio de la cama para colocar cosas debajo: una estructura para la cama puede ser una buena solución si tenemos techos altos, pero no hace falta complicarse tanto. Si debajo de la cama ponemos cajones, nos servirán de almacenamiento y no necesitaremos después armarios o cómodas tan grandes. Otra idea es utilizar el espacio superior de la cama para poner baldas o colocar repisas, como vemos en esta foto. 

2.- Juega con las sensaciones: En general,  las paredes blancas consiguen que una habitación se vea más grande y más espaciosa. Eso no significa que no podamos darle algún toque de color en los textiles: cojines, colchas, etc. Pero procuremos no cargar mucho visualmente la habitación, puesto que nos dará una sensación más agobiante si las paredes del pequeño dormitorio están llenas de cosas. Otra gran idea es colocar un espejo frente a la ventana: la sensación de amplitud está asegurada.

3.- Puertas correderas: no siempre podemos contar con un armario empotrado en el dormitorio, pero si tenemos la suerte de tenerlo, unas puertas correderas nos ayudarán a ahorrar todavía más espacio. 

Dormir bien

​Es cierto que dormir no es lo único que hacemos en el dormitorio, pero sí lo más importante. El sueño es la herramienta que usa nuestro cuerpo para desconectar, es su función de apagado. Por eso, si no conseguimos descansar o a menudo nos despertamos con la sensación de que en vez de siete horas hubiéramos estado solo tres horas durmiendo, es necesario hacer algo. Podemos echar la culpa al colchón, o a la distribución de la habitación, pero es posible que nosotros seamos los principales responsables. El estilo de vida que tenemos actualmente no ayuda a nuestro descanso. No es ningún secreto que a comer tarde, el estrés y el aire viciado de nuestra habitación pueden afectar a nuestro sueño. Así que hagamos bien las cosas: 

1. No cenemos copiosamente y tratemos de hacerlo al menos tres horas antes de irnos a dormir. Eso de comer y marcharnos a la cama no asegura un sueño placentero. 

2. Estamos acostumbrados a ventilar la habitación nada más levantarnos, pero es importante que lo hagamos también, aunque sea solo cinco minutos, antes de irnos a dormir. Así nos aseguramos de que el ambiente estará limpio. 

3. Prohibido coger el ordenador o el móvil justo antes de apagar la luz de la mesilla. Si lo hacemos, nuestra cabeza se activará, que es exactamente lo contrario que queremos. 

Ahora bien, si a pesar de todo esto la hora del sueño se ha convertido en una pesadilla es posible que el colchón que estemos usando no sea el apropiado. Lo mejor es acudir a un experto que te ayude a descubrir cuál es el modelo más adecuado para ti. El tipo de colchón que necesitamos dependerá de varios factores: cuánto medimos o pesamos, si dormimos solos o acompañado o nuestra posición más habitual al dormir. 

Además, no todas las espaldas son iguales, por lo que para elegir la firmeza que necesitamos es importante estudiar el comportamiento de nuestra columna cuando estamos tumbados. Si al hacerlo boca arriba y con las piernas estiradas nuestra columna forma un arco, entonces el colchón no es el adecuado. Debemos quedarnos con aquel en el que apoyemos adecuadamente la columna.

¿Tienes alguna idea para los dormitorios que quieras compartir con nosotros?

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