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Las puertas correderas son una de las mejores opciones para casas pequeñas en las que se busca sacar partido a cada centímetro. Para los diseñadores de interiores estas puertas son una herramienta eficaz en el diseño de espacios abiertos que ayudan a conectar de manera uniforme gracias a las mismas. Estas puertas se pueden integrar en la estructura arquitectónica de la casa a través de una variedad de diferentes sistemas y materiales.
En este libro de ideas hemos recopilado 15 ejemplos de puertas correderas para mostrarte cómo pueden cambiar por completo la estética de una vivienda según un modelo u otro. Además de lo funcionales que son siempre, claro…
Si tu casa es completamente blanca o te gusta seguir esta tonalidad en la mayor parte de los elementos elegidos, apuesta por una puerta corredera de madera lacada en blanco que hará los espacios más luminosos. Fíjate en esta belleza para separar cocina y comedor…
No solo hemos de tener en cuenta las puertas correderas más típicas con texturas lisas. También podemos decantarnos por una puerta corredera como esta, llena de texturas que nos ayudan a enriquecer y embellecer el espacio en el que se ubican. Todo un acierto.
Las puertas correderas de cristal o de vidrio tienen cabida sobre todo en zonas como el cuarto de baño o la cocina. Son livianas, permiten el paso de la luz pero según su opacidad podemos elegirlas más o menos íntimas
.
Este tipo de puertas son geniales para conectar el interior y el exterior de la casa gracias a sus materiales y forma de apertura. Eso sí, ten en cuenta que el cristal en exterior es bastante sucio y tendrás que limpiarlo constantemente para que luzca bonito.
Esta es una de las opciones más básicas en puertas correderas: lisas, sin cristal y en un solo tono (en este caso blanco). Pueden servirte para separar espacios o para ocultar mobiliario como una estantería o mueble de tv.
¡Consulta a cualquiera de nuestros arquitectos de interiores si te apetece tener algo así en casa!
Y de una puerta básica y monocromática pasamos a las básicas lisas pero en varios colores. De esta forma se consigue un ambiente más original y llamativo, con más vida. Eso sí, elige bien las combinaciones de colores antes de arrepentirte del resultado final…
Si buscas unas puertas correderas que den un ambiente de estilo industrial, estas de acero galvanizado pueden convertirse en tus mejores aliadas. Resultan imponentes y son grandes aislantes de corrientes y de ruidos.
Estas puertas correderas separan el dormitorio del vestidor con una elegancia increíble. Tienen un diseño en blanco pero calado en la zona superior, lo que permite hacer el ambiente más liviano y aireado que si fuesen completamente opacas.
Si no quieres renunciar a un buen fluir de la luz a pesar de tener las puertas correderas cerradas, decántate por un modelo como este que combina madera lacada en blanco con muchísimo cristal. Aporta estilo, aísla de los ruidos y hace que los espacios se separen visualmente sin renunciar a la luz.
¿Habías visto alguna puerta corredera tan original y bonita? Una de sus puertas está realizada en cristal y madera, mientras que la otra es pizarra en la que se pueden escribir mensajes, dejar que los niños dibujen… ¡es una de nuestras favoritas de la lista!
Y si no quieres pintar tú las letras, fíjate en este precioso modelo en cristal con dos tipos de opacidad en el que vemos diferentes letras y frases. Ideal para separar cualquier estancia de la casa, tiene cabida en todos lados.
Fíjate en esta sencilla puerta corredera que nos permite separar dos espacios muy pequeños de una forma sutil y elegante como pocas. Esto nos vuelve a recordar que las puertas correderas tienen sentido hasta en los espacios más pequeños.
El baño es una de las habitaciones de la casa que mejor acepta las puertas correderas, ya sea como puerta principal o para dividir el interior en dos zonas. Según seas más o menos pudoroso o te guste más un diseño u otro, elige un nivel de opacidad.
Hay puertas que por su diseño bien podrían pasar por una pared más de la casa. Esto es ideal para ocultar la entrada al baño del dormitorio o a un armario empotrado, por ejemplo.
Se pueden tener más de una, más de dos y más de tres puertas correderas en casa, no te preocupes por eso. Fíjate qué bien quedan estas dos puertas enfrentadas
, una en blanco y otra en verde. ¡Nunca sobran!
