¿Rehabitar una vieja casa? Mejor tras una reforma

María Bausán María Bausán
Piso en Príncipe de Vergara, Diseño Interior Bruto Diseño Interior Bruto
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La familia con tres hijos que compró esta casa en Príncipe de Vergara, una de las calles más populares de Madrid, supo ver en aquel piso medio abandonado el potencial suficiente para crear un verdadero hogar. Sin embargo, para conseguirlo, era imprescindible pasar por un proceso de reforma. Los motivos eran varios. Por un lado, se encontraban ante una casa deshabitada durante muchos años, lo que siempre supone un desgaste extra para cualquier vivienda. Por otro, la configuración de la casa, formada por tres dormitorios, salón, cocina, baño, aseo y dos largos pasillos, era insuficiente para la pareja, que quería una habitación extra. La reforma, por tanto, era inevitable e integral. 

Para poder sacar más partido a la casa, el estudio Diseño Interior Bruto optó por eliminar la antigua tabiquería, hacer desaparecer un pasillo y crear ambientes más abiertos y diáfanos. Descubrimos paso a paso cómo cambio esta casa con la reforma llevada a cabo. 

Interiores de otras épocas

No hace falta que las habitaciones estén amuebladas para saber si están o no desfasadas. Por muchos muebles modernos que colocáramos aquí, seguiríamos encontrándonos un interior con olor a naftalina. Y es que hay elementos que ya pasaron a mejor vida. El pavimento de este espacio, por ejemplo, es un frío granito que nos trae recuerdos de otra época. Las puertas pintadas de blanco, el enlucido, las repisas sobre los radiadores de hierro…  

Un interior moderno

Por suerte, la varita mágica de Diseño Interior Bruto dio la vuelta a esos interiores anticuados para crear un espacio totalmente renovado. Para las paredes, por ejemplo, se ha utilizado un color gris en toda la casa que, sin oscurecer las habitaciones, les aporta un aire moderno y original. También el pavimento se ha cambiado, con un laminado de madera en tonos grisáceos. 

La vieja cocina

El estado de la cocina también deja mucho que desear: una pila con más años que Matusalén, un armario empotrado con altillo y puertas correderas y un aburrido y viejo alicatado blanco. Elementos que debían ser modificados y actualizados, pero el cambio planeado iba más allá…

Una cocina abierta y cerrada a la vez

El concepto de la vivienda ha cambiado. De una casa con dos largos pasillos, tres dormitorios y salón y cocina, se buscaba crear una casa donde el salón fuera lo más amplio posible y en vez de tres hubiera cuatro dormitorios. Para conseguirlo se trató de aprovechar al máximo los espacios muertos. De esta forma, el salón se abrió, incorporando el espacio de lo que antes era un pasillo e incluyendo la cocina, que sin estar completamente dentro de la habitación, sí se incorpora visualmente a ella gracias a unas puertas correderas de vidrio transparente. 

Pasillos y más pasillos

Ya hemos visto como uno de los principales cambios de la vivienda lo ha sufrido la distribución. La casa antes de la reforma tenía dos largos pasillos alrededor del cual se abrían las habitaciones compartimentadas. Se trataba de pasillos estrechos como el que observamos en la fotografía, donde no llegaba la luz natural desde ningún punto, a pesar de que tanto paredes como puertas estaban pintadas de blanco. 

Una distribución diferente

La idea del open concept y los espacios multifuncionales consigue precisamente acabar con los pasillos, aunque en muchas ocasiones estos son inevitables. Tras la reforma se ha reducido la superficie destinada a pasillo y lo que queda se ha modernizado. Como el resto de la casa, las paredes se han pintado de un tono gris, que le da un aire más contemporáneo y sofisticado a los antaño tristes y desfasados pasillos.

Un alicatado en mal estado

A la hora de plantearse una reforma, una de las primeras habitaciones que más transformaciones sufre son los cuartos de baño. Si, como en el caso de esta vivienda, se ha quedado tan anticuado como este, los cambios serán radicales: alicatado, pavimentación, sanitarios, distribución. Aquí, los azulejos están pidiendo a gritos un cambio y la bañera parece poco funcional.

Un cuarto de baño con mucho estilo

El cuarto de baño tiene ahora un aspecto totalmente diferente. El gris del moderno revestimiento le otorga un punto de elegancia y el uso del blanco para el mobiliario y los sanitarios lo hace más luminoso. Por otro lado, se ha creado una distribución más funcional. La ducha con mampara de vidrio transparente no rompe visualmente el espacio y ayuda a que este no se vea recortado y en consecuencia más pequeño.

Si te ha gustado ver esta interesante transformación te recomendamos que le eches un vistazo también al libro de ideas Antes y después: una reforma que convierte tres pisos en uno.

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