El estilo nórdico o escandinavo nace en los primeros años del siglo XX, en el intermedio de las dos guerras mundiales, su nombre como tal se da a conocer en al año de 1954, gracias a una exposición en Norteamérica que promovía el estilo de vida nórdico. El estilo nórdico se desarrolla en los países de Europa del Norte, concretamente en Noruega, Suecia, Dinamarca y Finlandia y se basa en lograr espacios y ambientes altamente funcionales pero con gran valor estético.
Esta necesidad surge de llenar de luz los interiores, ya que la mayor parte del año en estos lugares, la luz natural es escasa. También se utilizan materiales de origen natural siendo la madera la estrella de las composiciones de este estilo. La presencia de las texturas también tiene mucho peso en la decoración y también suelen provenir de la naturaleza; las mantas, alfombras y cojines son elementos que no pueden faltar en un interior nórdico y se utilizan textiles como la lana, el algodón y el lino.
El color blanco es una constante en el diseño nórdico y se ve en paredes, techos y en algunas ocasiones en el piso de la casa y se hace acompañar de tonalidades suaves como los colores pastel, tonalidades de gris, negro, azules y verdes, que se manifiestan en los accesorios y en los textiles.
El estilo nórdico busca recrear ambientes inspirados en la naturaleza, pero a diferencia del estilo rústico, las líneas son puras y limpias, por lo que se consigue una decoración elegante y luminosa, además de ser una tendencia aclamada por muchos.
Gracias a la luminosidad y funcionalidad de los espacios, el estilo nórdico es uno de los predilectos para decorar casas pequeñas, pues se logran aprovechar perfectamente los espacios, otorgándoles una personalidad exquisita.
En el libro de hoy, veremos ideas estilo nórdico para una casa pequeña, a través de las imágenes de los proyectos realizados por nuestros profesionales.
El estilo nórdico busca y promueve la funcionalidad de sus espacios, por lo que una buena planeación es indispensable.
Dentro de esta funcionalidad y versatilidad, los muebles juegan un papel importante. Las líneas del mobiliario deben ser sencillas y limpias pero sumamente confortables. El estilo nórdico es muy acogedor.
El color blanco es el protagonista del estilo nórdico gracias a que ayuda a reflejar excepcionalmente la luz natural. Aplicado en techos y paredes ayuda a crear también una sensación de amplitud, ideal para las casas pequeñas.
El color blanco es la base de la decoración, pero se acompaña de azules, verdes y otros colores vibrantes para darle mayor interés a los ambientes.
Los colores llamativos como el amarillo, lucen muy bien en una pieza del mobiliario, que igualmente debe estar acompañado siempre de un color claro y neutro como el blanco. En las casas pequeñas, es imprescindible que las bases de color sean luminosas.
Además del color, el estilo nórdico recurre a ciertos estampados como las flores, plantas y algunos animales y también a patrones geométricos que ayudan a agrandar visualmente una habitación.
Estos patrones o motivos, se plasman en papeles pintados para colocarse sobre una de las paredes como un acento y en los cojines y alfombras.
Los patrones geométricos son muy apreciados en la decoración nórdica, siendo la combinación de blanco y negro la predilecta.
Los muebles modulares son de los predilectos si se busca darle estilo nórdico a una casa pequeña, ya que estos nos permiten colocarlos de la manera que mejor nos funcione y así aprovechar al máximo cada rincón.
Hablando de rincones, en el estilo nórdico se pueden decorar algunas esquinas únicamente con este propósito: embellecer el hogar. Esto se puede hacer colocando un cuadro o un mueble ornamental; no es necesario que satisfaga una necesidad en concreto.
La estética de las piezas del mobiliario puede tener un aspecto desgastado, especialmente cuando se habla de la madera, ya que es uno de los rasgos distintivos del estilo nórdico.
En el estilo nórdico la diversidad de materiales aporta muchas texturas, siendo las de origen natural las favoritas.Pero este estilo se enriquece con otros materiales como el mármol, el latón, cobre y otros metales, (en cantidades moderadas) que hacen que los espacios luzcan vanguardistas.
Las plantas son indispensables en un interior de estilo nórdico; estas pueden estar en todas las habitaciones de la casa puesto que logran inyectar vida y calidez a los ambientes.
Las paredes de una casa nórdica no tienen excesos decorativos, sin embargo, las fotografías y cuadros en blanco y negro le dan cierto dramatismo y elegancia a estas superficies.
Pero son igualmente apreciados los cuadros con motivos naturales para cualquier habitación de la casa.
En el estilo nórdico podemos ver la unión con otras tendencias como el industrial, el rústico y el shabby chic; esto logra darle una estética retro o vintage, (si se tienen piezas originales de una época determinada).
En las cocinas nórdicas el color blanco sigue siendo el protagonista y se apoya en los muebles de madera clara tan característicos de este estilo.
Los colores pastel son perfectos para llevarlos a los muebles de la cocina y darles un toque retro encantador.
En cuanto a los revestimientos, los azulejos blancos estilo metro o los hidráulicos, son los preferidos en el estilo escandinavo.
Los baños escandinavos son muy luminosos y estructurados por lo que las piezas del mobiliario deben ser de líneas muy sencillas y con la capacidad de mantener ordenado el interior.
Para darle mayor calidez a esta habitación, los colores tierra, el gris y la madera, son ideales.
En las recámaras se mantienen las tonalidades blancas y neutras, pero se añade un extra a la cantidad de textiles que habitan en este ambiente. Las colchas y alfombras de pelo largo o piel sin duda le darán ese toque escandinavo a la decoración de la recámara.
En las recámaras las fotografías en la pared o sobre la cabecera son perfectas para darle una estética nórdica.
Para potenciar la cantidad de luz natural o artificial del interior de una casa pequeña, los espejos son grandes aliados, lo mejor, es que en el estilo nórdico, estos elementos son muy apreciados porque buscan el mismo objetivo: conseguir mayor cantidad de luz.
Las velas son elementos clásicos de la decoración nórdica, porque a través de ellas se acentúa el calor que se quiere recrear al interior de la casa.
El estilo nórdico es uno de los grandes favoritos para decorar la casa; por su versatilidad, funcionalidad y belleza, funciona a la perfección para los espacios pequeños; este es un estilo lleno de calidez, confort y elegancia que le dará un aspecto único a tu hogar.