El antes y después de 5 dormitorios encantadores

Gabriela  García Gabriela García
classic by Better Home Interior Design, Classic
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Llega un día en que el dormitorio empieza a parecernos antiguo y opresivo, y necesitamos hacerle un cambio urgente. Esta modificación también se puede dar en una mudanza, una refacción o la llegada de un nuevo integrante a la familia. 

En algunos casos no hace falta una gran inversión, ya que se pueden conservar los mismos muebles si se los recicla o restaura, con una pintura actual o una pátina que les cambie el look. Antes de poner manos a la obra hay que identificar los puntos fuertes del antes para realzarlos en el después para poder optimizar la refacción o la modificación. 

1. Antes: muebles oscuros y pasados de moda

Este espacio contaba con dos elementos valiosos: una ventana de dos hojas que llenaba de luminosidad el espacio y un atractivo parquet de maderas claras. El resto era una suma de muebles oscuros y pasados de moda, que necesitaban un cambio o un proceso de reciclado en forma urgente. 

Después: toda luz y elegancia

Este cambio impactante tiene como a la luz como principal protagonista. Se realzó el gran ventanal con elegantes cortinas recogidas con un coqueto alzapaño. Se pintaron las paredes de blanco, y se instaló una cama de dos plazas con mesas de luz en forma de banqueta, con dos simpáticos miniveladores, La ropa de cama, elegante y sutl, combina tonos de blanco y lila, tanto en las sábanas y el acolchado como en los almohadones. 

2. Antes y después: un viaje en el tiempo

La remodelación propuesta por el estudio Tatiana Doria parece un verdadero viaje en el tiempo. El antiguo dormitorio tenía mesas de luz de madera con cuadros de marco oscuro, una cabecera de cama laqueada en blanco y un acolchado que pedía un cambio a gritos. La nueva propuesta se destaca por la pared pintada en un elegante azulino, una cabecera de cama con un borde de tachas, mesas de luz color hueso con dos elegantes veladores blancos. El acolchado y los almohadones en tonos arena, blanco y gris dan el toque sofisticado que ayudan a darle un 10 a la propuesta. 

3. Antes: ¿era el cuarto de la abuela?

Este dormitorio podría haber sido el de la abuela, con su cabecera de cama de madera torneada, el marco dorado a la hoja con fotos ovales, y un gran ropero en un costado. Los veladores de bronce y la araña de metal con pequeñas pantallas no eran suficientes para iluminar el espacio que pedía una remodelación urgente. El juego de mesas de luz y escritorio,  de madera con tapa de mármol, le daban un toque antiguo que no coincidía con el gusto de los nuevos usuarios. 

Después: un cambio lleno de luz

El nuevo dormitorio cuenta con un placard laqueado en blanco, una cabecera de cama de madera del mismo color sobre la cual descansan las dos mesas de luz de línea recta y dos cajones. Los veladores de pared están integrados al respaldo, y el resto de las fuentes de iluminación recorren linealmente la pared en su encuentro con el cielorraso. 

4. Antes: poca gracia y mucho color

Este dormitorio parecía más bien el del cuarto de huéspedes, ya que contaba con solo una cama. Se rescató el ventanal de dos hojas que llenaban el espacio de luz y sol, y también las cortinas roller y la cama. Estos elementos se integraron a otros cambios que dieron como resultado un cuarto encantador. 

Después: toda la luz

Este cuarto totalmente renovado aprovechó la estratégica ventana de dos hojas para llenar el espacio de luz y sol. Las cortinas roller screen dejan pasar la luz y dan a la vez intimidad ya que tamizan la visual desde el exterior. La cama tiene ahora un elegante acolchado gris claro con un throw en color manteca, y una mesa de luz retro con un simpático minivelador del mismo estilo. 

5. Antes: muebles pesados y oscuros

Este dormitorio tenía dos puntos que lo hacían muy recargado desde el punto de vista visual: los muebles retro de madera oscura, y el piso de mosaico con dibujos grandes y llamativos. La combinación del suelo con la cabecera y la piecera, las grandes mesas de luz y las puertas del ropero daban una incómoda sensación de agobio. 

Después: una elección inteligente

En la remodelación se conservó el piso, porque estaba en buen estado, es original y no se quería entrar en obra húmeda. Se reemplazaron las mesas de luz por unas rectas laqueadas en blanco, se instaló un sommier con cabecera blanca y se optó por un ropero del mismo color. Este truco ayudó a mimetizarlo con las paredes haciendo que tenga menos impacto visual y por lo tanto, parecer más pequeño. 

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