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Comencemos por explicar qué es la Arquitectura Emocional. Este concepto fue acuñado a mediados del siglo XX, específicamente en 1953 por el arquitecto Mathias Goeritz, a partir de comenzar a trabajar para el proyecto de un museo experimental en la ciudad de México que permitiera disfrutar y sentir el arte, incluyendo la arquitectura, como ese reflejo del estado espiritual del hombre en su tiempo
, tal y como lo dijera el propio Goeritz en su Manifiesto de la Arquitectura Emocional.
La idea inicial era que el arquitecto moderno, con la introducción del funcionalismo en la arquitectura, se estaba retrayendo hacia lo intelectual, hacia lo individual e impersonal, logrando que la parte racional, técnica, utilitaria y funcional de la arquitectura le ganara al lado emocional, al de las sensaciones del espacio.
En los arquitectos Luis Barragán y Ricardo Legorreta encontramos la máxima expresión de la arquitectura emocional. Los elementos del color, la luz natural y el agua son los que, en comunión, crean ambientes, seducen con sus atmósferas, nos hacen sentir y vivir cada espacio generando sensaciones diversas entre un espacio y otro. Eso se estaba perdiendo y ellos, los tres, propusieron esa otra arquitectura, la de las emociones.
La pretensión de la arquitectura emocional es hacernos sentir, aspirar a algo más que una simple estética arquitectónica o una casa funcional: es lograr un nivel emocional de elevación espiritual, de contemplación, de disfrute absoluto. Dijo Goeritz: Sólo recibiendo de la arquitectura emociones verdaderas, el hombre puede volver a considerarla como un arte
.
Te mostramos algunos ejemplos de arquitectura habitacional con estas características, para que observes, disfrutes y tomes para ti lo que más te guste. No se trata de construir arquitectura de costos elevados ni de contratar despachos fuera del presupuesto, sino de adaptar tu espacio a tus propias sensaciones.
En la arquitectura emocional, tanto el espacio abierto como el construido debe conformarse como un universo a descubrir. Pero la unidad va más allá en esta arquitectura: el arquitecto o arquitecta, los diseñadores, los constructores, los estructuristas y albañiles, son uno mismo. Puede ser uno mismo físicamente pero si no lo es, si se trata de un equipo, también deben trabajar en unidad. Un espacio, un trabajo, un mundo de sensaciones.
Una de las premisas de la arquitectura emocional es que, al estar dentro o fuera, simplemente en los espacios diseñados de esta manera, te sientas dentro de una obra de arte viva. La luz y los materiales, las texturas, el manejo de los elementos, lo logran.
La armonía debe estar siempre presente en la arquitectura emocional, desde el manejo de colores, materiales y dimensiones, pero sobre todo con el uso de la luz natural y las texturas. Esta terraza es maravillosa por los colores y la naturaleza, siempre presente.
Uno de los aspectos a seguir en la arquitectura emocional era trabajar la luz, el color y las texturas en distintos planos: en el manejo de espacios, en los muros, en las alturas de los cielos, los planos de escaleras y distintos niveles. La vegetación hace su parte con el color y la frescura.
Entre los toques personales de Barragán se encuentra el interés por los jardines y su integración en una arquitectura paisajista. Cada espacio, interior y exterior, cuenta con la naturaleza de la vegetación en constante relación con los muros, los cielos y la sensación del ambiente.
En la arquitectura emocional, los colores y las texturas van cambiando de presencia, de apariencia y sensación conforme va pasando el día y las horas mueven al sol. La luz natural se integra tanto a los interiores como en las terrazas de formas distintas dependiendo de las nubes, de la temporada y del diseño de las ventanas y los espacios. La arquitectura emocional toma esto en cuenta.
Los recuerdos de la infancia y aquella arquitectura campirana que casi todos tenemos insertada en la sangre, es parte de la inspiración de este tipo de arquitectura. Barragán mismo lo dijo: Mi arquitectura es emocional… he tratado de adaptar las necesidades de la vida moderna, a la magia de la melancolía por los tiempos
.
El uso de los colores es lo que logrará en la arquitectura nuevas sensaciones gracias a la luz natural. Ubicando ciertas tonalidades en ciertos lugares que sean aprovechados por los caminos del sol generarán espacios diferentes cada vez.
Muy importante en la arquitectura emocional.
Otra de las ideas de la arquitectura emocional es que, independientemente de las dimensiones, cada fusión de espacios o cada paso de uno a otro debe generar nuevos universos por descubrir. Una amplia estancia con una terraza al aire libre generará diversas sensaciones dependiendo del clima, de la hora del día, del viento y de la luz.
En la arquitectura emocional, los espacios deben utilizar todas y cada parte de su conformación: paredes, estructuras del techo, luminarias, muebles, pisos, arte… Los materiales deben combinarse y contrastarse entre sí para provocar sensaciones intensas y acogedoras.
El agua juega un papel muy importante para la generación de emociones. Su cuerpo refleja los colores del espacio y la luz natural. Cada momento refleja algo distinto, nuevas luces, nuevas tonalidades y nuevas sensaciones. Motivos perfectos para contemplar y perderse.
Nos despedimos de este artículo sobre arquitectura emocional, con una hermosa frase de Barragán que nos hace reflexionar sobre lo que debe ser la arquitectura para los humanos: ’Creo en una arquitectura emocional. Es muy importante para la especie humana que la arquitectura pueda conmover por su belleza. Si existen distintas soluciones técnicas igualmente válidas para un problema, la que ofrece al usuario un mensaje de belleza y emoción, esa es arquitectura”.
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