Edición Especial Navideña – Tradiciones Internacionales: México

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México es un país surrealista, tanto que el propio Dalí aseguró que no podría vivir en un país como México pues era mucho más surreal que él mismo. Sin embargo México mágico tiene un encanto singular en el fenómeno de apropiación, adaptación y recreación.

Este es el caso de las tradiciones navideñas resultado del sincretismo y mezcla de, primordialmente, la Cultura Española con la Conquista, y la supervivencia de la Cultura Mexicana y su posterior adaptación.

Así, México cuenta con los elementos básicos del cristianismo que ya se han repasado en pasadas ediciones navideñas que hemos descrito en homify, pero con ligeras diferencias que vale la pena mencionar y por supuesto contamos con detalles únicos que hacen del surrealismo el mejor atributo de este nuestro hermosísimo México y hoy queremos repasarlas…

Arbolito de Navidad

Si, todos los países latinos donde el Cristianismo reinó en sus diferentes cismas, y más la rama Católica, contamos con un arbolito navideños que con el paso de los siglos ha venido a significar mucho más que un símbolo religioso. Se ha elevado hasta el punto de ser el icono de una época que encierra familia, deseos, fraternidad, unidad, cariño y mucho más.

Así en México comenzamos con el arbolito de navidad, que no como en otros países solo se coloca el 24 de Diciembre, por el contrario, nosotros empezamos desde el 1ro de Diciembre de ser posible aunque no es un regla escrita, entre más pronto se alce este singular objeto natural o artificial su colocación es toda una tradición en si misma.

Si somos de los que nos enamora la naturaleza, la tradición empieza con darse una vuelta por Amecameca, un municipio del Estado de México que se caracteriza por sus grandes hectáreas de pinos para escoger, cortar, llevar a casa y disfrutar del maravilloso olor.

Su adorno es otra tradición, los artesanos del estado de puebla, particularmente del pueblo de Chignahuapan, producen decenas de millones de esferas navideñas con terminaciones a mano que las hacen únicas e irrepetibles por lo que una vuelta por ester hermoso Pueblo mágico representa la unión familiar en un paseo para escoger los adornos que mejor reflejen nuestra personalidad en nuestro árbol.

Y por supuesto en cualquier mercado encontraremos las lucecitas de serie, en blanco o de colores, con patrones de luz y con o sin música el árbol de navidad es la pieza clave que simboliza que la navidad está aquí, que las asperezas deben limarse y que somos una gran familia de sangre o urbana por la que hay que dar gracias a la vida.

Cabe mencionar que el árbol y el nacimiento se quedan puestos hasta el 2 de Febrero, día de la Candelaria después de los sabrosos tamales.

El Nacimiento

Abajo del arbolito no van los regalos como en otros países,  las faldas del árbol navideño albergan el nacimiento que, dependiendo del estado, la familia y la propia tradición puede ir desde un diseño muy sencillo en donde solo se represente la sagrada familia y el nacimiento de Jesús o bien tornarse en una obra de arte de varios metros de ancho y alto donde se representa plásticamente todo un pueblo – representación mexicana – con lagos, casas, y animales que van desde las clásicas ovejas y burritos, hasta cisnes, patos, cochinos, bueyes y vacas y por supuesto gallinas y pollitos en un paisaje sin nieve más lleno de heno.

Al centro encontraremos a María, José, los tres reyes magos, el ángel de la providencia, y al igual que el árbol, se coloca junto con él pero se deja el pesebre vacío pues el 24 de Diciembre, en la última posada y a la media noche, se arruya al niño Jesús, y se coloca entre sus padres hasta el nuevo año.

Las Posadas

Pastorelas Navideñas homify Otros espacios Esculturas

Si hay algo envidiable de nuestro país, esas son las Posadas. Siempre contentos, de sangre caliente y dicharracheros dicen los turistas, las posadas son el mejor ejemplo de nuestra actitud hacia la vida. Comienzan el 16 de diciembre y terminan el mero 24 en la víspera de Navidad durando 9 días donde cada tarde-noche es una fiesta y una oportunidad de compartir, departir y divertirnos.

La estructura básica de la posada consiste en:

1. Pedir posada con los cantos tradicionales. El hogar que brindará la posada se divide en dos grupos, uno que saldrá a pedirla y el otro que se quedará en casa para abrir las puertas. El primero sale a la calle y con velas en mano y los clásicos cánticos de posada caminará alrededor de la cuadra hasta llegar a la puerta y pedirá posada que se le negará entre 2 o 3 veces para por fin convencer al dueño de la casa que quienes piden posada son la Reina del Cielo María, su esposo José y la cual está a punto de dar a luz al divino verbo Jesús.

2. Romper la piñata. De la cual hablaremos más adelante.

3. La cena y la convivencia. Durante las posadas, las cenas son más bien sencillas, pero lo básico será el ponche de caña, tejocote, canela, piña, manzana y durazno que calentarán hasta el corazón y manos más frías. Así también se brindarán tamales que llenan cualquier pancita y dejarán un corazón muy contento, o bien antojitos mexicanos o un buen pozole al que nadie se resiste.

Y esto durante 9 noches culminando en la víspera.

La Piñata

PIÑATAS EN MERCADO TRADICIONAL MEXICANO homify Otros espacios Esculturas

La parte más divertida de las posadas, para chicos y grandes es por supuesto la “partida” de la piñata. Del verbo apiñar, atar, juntar, el nombre de la piñata se deriva de la palabra piña que de alguna manera inspira su forma, más no su significado.

El origen es incierto y hay quienes lo rastrean desde China y su llegada a México con la Nao de China en la época colonial,  hay quienes dicen también que ya en la época prehispánica se hacía algo similar durante las festividades de Huitzilopochtli, dios de la guerra para los Aztecas a mediados de diciembre. Como sea, sabemos que el Cristianismo hizo del sincretismo su mejor arma y absorbió y adapto todas las tradiciones paganas para que coincidieran con sus propias creencias. México no fue la excepción y la piñata se transforma en un símbolo de instrucción católica.

La piñata tradicional representa una estrella, de la cual se desprenden siete picos o rayos de luz que simbolizan los siete pecados capitales. Se rellena con dulces confitados y frutas de la temporada como son los tejocotes, caña de azúcar, mandarinas, naranjas, jícamas y cacahuates. Acorde a la religión, la piñata es el símbolo de Satanás y la tentación que es vistosa por fuera para atraer hasta el más inocente. Quien debe romperla será vendado representando la fe ciega  que destruirá al espíritu maligno. Pero para los más pequeños y, nuevamente en estos tiempos donde se cuestiona todo, la piñata es más bien un símbolo de diversión y recompensa cuando tras el clásico “dale, dale, dale, no pierdas el tino, porque si lo pierdes, pierdes el camino” la piñata reventará y con ello nos recompensará con frutas y dulces.

Cena de Noche Buena

Aunque no todos los estómagos aguantan, tras la última posada se procede a la cena de noche buena a la media noche. Dependiendo de la familia, el orden de las acciones puede variar. Normalmente se arrulla al niño Jesús y se reza a la media noche repartiendo al final los aguinaldos repletos de dulces. Posterior a esto se reparten los regalos y finalmente se procede a cenar.

Si hay una cocina vasta, variada y exquisita, esa es la comida mexicana y, entre los platillos que se pueden degustar en navidad son típicamente los romeritos con mole y tortitas de camarón, el bacalao a la vizcaina, el guajolote en salsa de mole, la ensalada de manzana, los infaltables tamales, el ponche y los atoles de diferentes sabores y no olvidemos que los tamales también son de azúcar y piña para el postre o bien tendremos buñuelos con piloncillo.

Cena de Año Nuevo

Para año nuevo los platillos son más carnívoros, decantándose entre el cerdo adobado, el pozole verde, blanco o rojo, la pierna de cerdo horneada con diferentes salsas, sidra para brindar o buena cerveza obscura, y habrá quienes mejor opten por platillos más auténticos como la cochinita pibil, los chilaquiles y todo ello en abundancia porque si hay algo más sabroso que la cena, es el recalentado del siguiente día.

En año nuevo es donde las costumbres más inauditas se presentan dependiendo de cada familia mexicana. De las más usuales están las de vestir ropa interior roja para el amor, y amarilla para el dinero; salir a la calle con maletas para que el año que empiece esté lleno de viajes; pegarle a las ollas con la cuchara sopera para que la comida no falte y por supuesto la comida de las uvas a la media noche entre las 12 campanadas.

¿Un consejo? Las 12 uvas son 12 deseos y / o propósitos para el siguiente año, sin embargo las campanadas son cada segundo o máximo 3 por lo que es recomendable escribir en un papelito antes de la media noche cada uno de los deseos o propósitos y leerlo al comer las uvas. Los que tienen boca grande será sencillo atiborrarse de esta fruta deliciosa, pero para los que tienen o se hacen de la boca chiquita, es mejor ir practicando para que todas las uvas quepan de un trago.

Así celebramos en México y por un momento buscamos olvidar los constantes problemas que agobian nuestro país siempre colgando sobre nuestras cabezas. Feliz Navidad a todos y próspero Año Nuevo por un futuro mejor a cada instante.

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