Ya hemos hablado del éxito de las casas con terminación mediterránea, viviendas minimalistas y hasta escandinavas que mezclan el blanco con el negro y junto a ello expresan sofisticación, y por qué no decir, elegancia. El día de hoy mostraremos una vivienda en esta línea, con un diseño discreto en el primer piso de la fachada principal, pero que en su interior esconde finos detalles decorativos e innovadora ideas para copiar. Si estás construyendo tu casa o tienes planes de hacerlo no dejes de conocer este modelito.
Una casa de dos pisos, dos cubos que se montan uno sobre otro y que descansan sobre una base de concreto en café, lo único en un color distinto, si se mira que todo está perfectamente complementado en negro y blanco. El frontis del primer piso muy discreto, sin ventanas proporciona la privacidad necesaria para los que viven en su interior.
El estacionamiento cuenta con un diseño poco común, y que obedece la disposición del terreno. Un techo en diagonal con un portón corredizo que incorpora trozos de fierro en distintas posiciones. Al costado, la puerta que dirige a la entrada es de cristal. Tanto el antejardín como la vereda cuentan con adocésped, una excelente idea decorativa si no se cuenta con mucho tiempo para el jardín.
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Aquí se puede ver la puerta de vidrio que conduce a través de escaleras a la entrada principal de la vivienda. Una gran puerta de madera maciza en negro, con un detalle pequeño en vidrio templado en la parte izquierda. Los escalones asimétricos nos dan las primeras señales que lo dueños aman lo atípico e innovador.
Al entrar lo primero que llama la atención es esta escalera de madera sobre una base el mismo material. Un diseño diferente, con peldaños que descansan sobre pilares de fierro negro. El detalle lo entregan los cables acerados que tensan desde el cielo la estructura.
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Muy distinta a la fachada principal, ésta contempla un gran ventanal del que es posible apreciar en su máximo esplendor todo el primer piso. La segunda plana, al igual que la delantera, posee ventanales de techo a piso que dejan ver tanto el interior como apreciar desde aquí el paisaje que envuelve el lugar.
Toda la primera plana se encuentra construida sin divisiones, lo que hace que todos los espacios se relacionen entre sí. Las grandes ventanas permiten una excelente conexión entre interior y exterior, disfrutando del jardín y el deck en madera que se extiende por toda la primera plana.
La cocina minimalista mezcla muy bien el color de la madera enchapada negra con el blanco brillante del lavaplatos y mesón de trabajo. El muro del fondo está fantásticamente organizado, lo que es un ejemplo a seguir para todos nosotros. Estanterías ciegas, sin manillas y repisas que permiten tener todo a la mano.
Es casi imperceptible, pero detrás de la escalera comienza una repisa blanca volada pegada al muro que se complementa con un mueble en madera oscura. Este mueble, ya sea una estantería para libros o accesorios despliega desde el centro un mesón que puede ser usado como escritorio o mesa de comedor.
Por si no te has dado cuenta aún, la casa cuenta con hermosas luminarias, todas mezclan el negro o madera con el blanco. Ampolletas cálidas que se complementan con la madera interior de la casa.
Todas las habitaciones están ubicadas en la segunda plana, todas ellas con grandes ventanales, pequeños balcones y una vista espectacular. Áreas verdes rodean esta vivienda, sin duda un lugar en el que el descanso y la paz no son imposibles.
Esta es otra habitación dispuesta en la facha posterior, un entorno verde acompañado de grandes árboles. Si te gustó esta casa puedes revisar otras obras de la arquitecta brasileña Cláudia Lagonde.