Dormitorios con baño incorporado: 8 diseños modernos para tu casa

Paula Meggiolaro Paula Meggiolaro
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El cuarto de baño es una de las estancias más especiales de casa. Aquí se reúne (o debería) el conjunto perfecto de aromas y sensaciones que nos transportan a un estado de absoluta tranquilidad. Esta misma capacidad justifica que, a pesar de encontrarse casi escondido en casa, todos hemos soñado alguna vez con tener un pequeño cuarto de baño en nuestro espacio personal: el dormitorio. Y es que tener una ducha (o la bañadera) a dos pasos de nuestra cama puede considerarse ya como uno de esos pequeños grandes placeres de la vida.

Sea cual sea la distribución de tu habitación, si estás pensando en aumentar su espacio para incorporar un baño, es necesario que tengas en cuenta una serie de consejos antes de ponerte manos a la obra. ¡Nosotros te los contamos!

Estudiá el espacio y la posición del baño

Una condición obvia, pero no por ello menos importante de mencionar, es el tamaño de nuestra habitación. Si empezamos desde cero nos será más fácil planificar la construcción de un baño en su interior, organizando y distribuyendo los metros cuadrados a nuestro gusto. Si este no es tu caso, lo primero será localizar ese rincón poco aprovechado pero con mucho potencial de convertirse en el nuevo lavabo. Una última alternativa pasa por entrar en obras. Un proceso que no agrada a nadie, pero que se lleva mejor si cada vez que miremos tal escenario de caos, proyectamos la visión de nuestro futuro dormitorio.

¿Qué debo saber antes de empezar?

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El primer paso es conseguir visualizar dónde y cómo queremos el cuarto de baño dentro del dormitorio. Sin embargo, antes de empezar con su instalación es necesario que conozcas una series de reglamentos que debes respetar: lo primero es que debe tener un sistema de ventilación normal, en el caso de que no exista la posibilidad de instalar una ventana dentro, como ocurre en el diseño de la imagen, las del propio dormitorio serán suficientes.

De acuerdo a los requisitos mínimos que garantizan el diseño y calidad de las viviendas, la altura mínima entre el techo y el pavimento tiene que ser de unos 2,20 metros, también deben incluirse, para ser considerado un  baño, al menos un lavamanos, un inodoro y una ducha. En cualquier caso, el arquitecto será la persona idónea que te guíe en todos los trámites legales y permisos necesarios para llevar a cabo tal obra.

Una propuesta práctica: acceso directo a la ducha

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Con todos los asuntos legales solucionados, por fin llegó el momento de ponerse manos a la obra. Hablamos del diseño, de la imagen del futuro baño y su relación con el resto del dormitorio. Como bien decíamos, es motivo de celebración y placer el poder trasladarnos de la cama a la ducha y de la ducha a la cama en tan sólo unos segundos. Para que esto sea posible, tendremos que situar ambos escenarios muy cerca el uno del otro, y elegir un diseño más bien práctico, como el de la imagen.

Nuestra primera propuesta es todo funcionalidad: el cristal pasa desapercibido y se limita a cumplir con su función de separar ambos espacios, no encierra la ducha y permite precisamente el acceso directo a ella en apenas unos pasos. ¿Qué te parece?

La ducha, mejor a ras del suelo

En el diseño moderno de baños, las duchas a ras del suelo se convirtieron en toda una tendencia. La libertad espacial que nos produce ese acceso sin obstáculos es sinónimo de confort  y además de limpieza visual en su diseño. De entre todas las opciones, son las que mejor nos permiten aprovechar el espacio, a la par que le aporta a nuestro baño una imagen más atractiva. ¿Por qué no, entonces, apostar por ellas? Eso sí, en este caso deberás asegurarte de que el suelo se modifique para que luzca una pequeña pendiente por donde resbale el agua. 

Dividí el espacio de manera creativa

Sea cual sea el rincón que ocupe el baño, si éste no se encuentra encerrado entre tabiques, debés buscar la manera de separarlo visualmente del resto de la habitación. En el diseño moderno se lleva la distribución del open concept, espacios diáfanos que, o bien utilizan la propia decoración o bien apuestan por particiones sutiles pero eficaces que delimitan los espacios. Éste es el principio que sigue el diseño de la fotografía donde la zona del lavamanos se convierte en la principal línea separadora. Una solución perfecta si hemos integrado el cuarto de baño en la parte frontal del dormitorio.

Escondé el baño

Nada más entrar en el dormitorio, probablemente seamos capaces de localizar dónde se encuentra el  baño (tampoco es tan difícil, ¿no?) Esta vez te proponemos colocarlo en el último rincón, casi escondido por tabiques, pero utilizando el cristal como una de sus particiones. De esta forma se comunica abiertamente con el espacio donde, al fin y al cabo pertenece: el dormitorio. Las ventajas de este diseño es que, a pesar de tanta transparencia, se cuida esa intimidad que venera todo cuarto de baño.

Utilizá las particiones para ocultar la bañadera

Sundown, Widemouth Bay, Cornwall homify Dormitorios modernos: Ideas, imágenes y decoración

Hablábamos de lo importante que es dibujar una separación (física o decorativa) entre ambas habitaciones si se trata de espacios diáfanos. Pues bien, cuando el baño está encerrado podemos aprovechar esta condición para ocultar ciertos elementos que no queremos dejar a la vista: la bacha o la bañadera, por ejemplo. Seleccionado este diseño del equipo inglés The Bazeley Partneyship porque, a pesar de haber limitado de forma evidente el cuarto de baño, ha optado por el vidrio y una persiana enrollable que al bajarla esconde la bañadera. 

La conexión visual se mantiene entre ambas habitaciones, mientras que es posible jugar a aquello de visto y no visto con los elementos físicos del baño. 

Baño y dormitorio: juntos pero no revueltos

Cuando el dormitorio va algo sobrado de metros cuadrados podemos plantearnos la distribución del diseño de la fotografía: un baño que se integra en el espacio del dormitorio, pero que se mantiene al margen y custodiado por sus propios límites físicos. Habitaciones individuales, pero contiguas.

Como ves, las posibilidades de diseño cuando se instala un baño dentro del dormitorio son muchas y variadas. Las restricciones espaciales influirán bastante, pero no serán la razón que, en última instancia, hagan que nos decidamos por un diseño u otro.

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