En el libro de ideas de hoy vamos a mostrarle cómo la iluminación de jardines puede convertirlos en espacios que parecen salidos de un sueño.
Y hablando de elementos que llevarán nuestros jardines al próximo nivel, aprovechamos para compartirles otro libro de ideas en el que les mostramos fuentes para todos los gustos.
La iluminación es un aspecto clave del diseño y la decoración de ambientes. Desafortunadamente, a veces pasamos por alto este importante recurso en nuestros espacios exteriores perdiendo una oportunidad única de tener jardines únicos y que transmitan cualidades escenográficas casi oníricas.
Con esto en mente decidimos compartir con ustedes 15 jardines cuya iluminación hizo toda la diferencia.
Los espacios más chicos son más fáciles. Concentrando la iluminación en el perímetro será suficiente para un conjunto artístico.
Usar luces de varios colores en el jardín es una idea creativa y original que nos dejará con un conjunto realmente mágico.
Es más sugerente iluminar determinados elementos del jardín, que valernos de una iluminación general que simplemente nos permita ver mejor en la oscuridad.
La iluminación de las áreas sociales exteriores es el elemento que hace falta para trasladar nuestras reuniones nocturnas al jardín.
Iluminar jardines grandes resulta más complicado. El truco es distribuir estratégicamente las fuentes de luz para que ningún rincón se quede completamente a oscuras.
Cuando la decoración del jardín tiene un tema o estilo muy determinante, como polinesio, hindú, mediterráneo o asiático, valernos de antorchas o linternas que hagan juego con el resto del conjunto nos ayudará a reforzar la temática.
En este jardín de Junor Arquitectos, el área para sentarse alrededor del fuego está bien iluminada desde abajo de la estructura de madera.
La vegetación suele ser a gran protagonista del jardín. Para ello es importante dirigir la iluminación a los árboles, arbustos y plantas más llamativos.
Los estanques son un elemento maravilloso en cualquier jardín. Iluminar desde adentro del estanque y distribuir luces en las rocas que lo rodean le dará aún más protagonismo.
Los patios son como las terrazas, más fáciles de iluminar que un jardín. En estos casos simplemente se aprovecharán las instalaciones eléctricas eligiendo focos de luz que puedan dirigirse a voluntad.
La iluminación mediante la luz de las velas es barata, romántica y más amable que la iluminación eléctrica.
Las luces verdes en el jardín contribuyen a recrear y expandir esa sensación fresca que nos produce el estar al aire libre rodeados de naturaleza.
Las luces más chicas embutidas en el piso iluminando caminerías senderos son otra fantástica idea a la hora de iluminar los jardines desde todas las alturas.
Los faroles franceses tipo plaza siempre resultan un acierto en el jardín. Vale la pena buscarlos en tiendas especializadas.
Las piletas iluminadas son infinitamente más atractivas que sin iluminación. La luz resalta las tonalidades azules de la pileta dándole color a todo el espacio.