Casas hay muchas, todas diferentes, unas hechas por habilidosos arquitectos y otras que resultan de la iniciativa propia de sus dueños. Sea cual sea tu casa, seguramente la aprecias más allá de lo que una serie de premisas y lógicas arquitectónicas pueden entender.
Solemos desarrollar una especial afinidad con nuestras casas. Y es que ¿Cómo no hacerlo? si ellas representan nuestro refugio personal. Sin embargo debemos también ser críticos y estar claros en nuestra posición sobre el estilo, diseño y manufactura de nuestro inmueble. Una casa bien diseñada dará grandes satisfacciones.
No busques sobre diseñar, a veces menos es más o mejor dicho siempre. Molduras, pilares dobles, mezclas de muchos materiales y todo ese tipo de estrategias ya no se utilizan y tienden a envejecer rápidamente la imagen de una casa.
Las líneas rectas y puras reconocen en si un estilo moderno. Una fachada de pocos elementos, simple, en donde la sombra logra grandes efectos puede ser el resultado ideal para una casa, su estilo perdurará en el tiempo. Mientras más simple es una intervención más ventajas pueden apreciarse.
La materialidad con la que se reviste una casa es tan importante como su diseño. El material se moldea, se maneja como la forma. Uno depende de la otra y viceversa. No existe una buena arquitectura sin que el material haya sido comprendido por completo por el arquitecto. Excelente este ejemplo de Monolinedesign Studio.
El juego entre la luz y la sombra es fundamental para entender el diseño de una fachada. Saber trabajar los aleros, las transparencias y la volumetría en un diseño es fundamental para calcular de manera acertada el contraste entre a luz y la sombra. Se debe mantener el equilibrio entre ellas.
El diseño de una casa nunca debe menospreciarse pues es en ellas en donde pasamos gran parte de nuestro día o es el espacio al que llegamos para refugiarnos después de un largo día. Por ello es aconsejable llamar a un especialista a la hora de proyectar nuestra vivienda y más aún es fundamental sentir afinidad hacia las creaciones del experto para que este pueda lograr el resultado tan deseado por nosotros.
Las formas nos definen como individuos, el diseño está a nuestro alrededor en cada una de las cosas que tenemos y puede ayudarnos mucho en nuestra cotidianidad, por ello es importante considerarlo especialmente en nuestra casa como punto de partida para organizar nuestra vida.
El diseño ideal es el que se adapta a las necesidades del cliente, el que logra darle lectura a su forma de vivir y facilita la cotidianidad de los habitantes. Un simple ejemplo puede ser esta casa, en donde una especie de piscina se adosa a la fachada, su forma no favorece particularmente el diseño ni pareciera ser práctica para pasar un rato divirtiéndose en ella. Finalmente quedará apartada de la dinámica cotidiana de esta familia.
Pensar en diseñar una casa no es solo un ejercicio meramente de diseño. Existen una serie de tecnicismos que considerara para lograr una perfecta máquina para vivir
. La iluminación, la humedad, la insolación, existen muchos temas que un especialista debe manejar para dar con un resultado que le agrade al cliente.
En fin como hemos visto una casa es una creación compleja que depende de múltiples factores y no solo del ingenio o creatividad personal. Merece la pena llamar a un especialista a la hora de desarrollar el proyecto sobre el cual queremos vivir. Tener las ideas claras es fundamental para no dejarse confundir, buscar ejemplos y referentes de lo que queremos y necesitamos es una manera de aclararnos la mente. Buscar en revistas especializadas e incluso en modelos de reconocidos arquitectos puede ayudarnos a crear esa imagen de casa que queremos. Aquí algunos ejemplos.