7 senderos para 7 jardines de ensueño

Armando Cerra Armando Cerra
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Sobre la forma de un jardín particular hay cientos de teorías, prácticamente una para cada propietario. Los hay que prefieren jardines muy anárquicos, en el sentido de que la naturaleza vaya dictando sus normas y así se tenga la ilusión de poseer un trozo de bosque o de selva lo más natural en casa. Sin embargo, la gran mayoría de propietarios prefieren tenerlo más domesticado, para que el jardín casi sea una habitación más de la vivienda. Sin duda, el objetivo es disfrutar de ese espacio al aire libre lo máximo posible, y cada uno que lo haga como pueda y sepa. Para todos aquellos que nos sepan como poner orden en su jardín, aquí van unas cuantas ideas para dotarlos de senderos o caminos.

Encontrando el camino correcto

Ya hemos dicho en la introducción que cada jardín es un mundo. Cada propietario lo disfruta a su manera, y así tiene que ser, ya que un jardín no deja de ser un espacio de íntima libertad, para que sus dueños y toda familia lo gocen, si lo gocen, como les plazca. Así que habrá algunos que tenéis jardín y solo con leer el título de este texto, ya os habréis ido a otro artículo de homify diciendo ¡qué es eso de hacer un sendero en mi jardín!. En cambio, otros estaréis encantados de estas propuestas, y cada uno con un fin diferente. Porque un sendero en el jardín nos puede llevar a la piscina, al cuarto de herramientas, a la barbacoa, la pérgola, a nuestra tumbona favorita o nuestra zona de relajación.

Caminos de gravilla

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Una de las soluciones más económicas para crear nuestros itinerarios dentro del jardín es recurrir al empleo de gravilla. En el mercado se pueden encontrar de diversos grosores, y hasta de distintos colores aunque suelen predominar los tonos claros y grises, muy de calizas. Emplear este material tiene unas enormes ventajas. La primera ya la hemos nombrado: el precio. Y ese precio también se minimiza más porque para su instalación solo se necesita el camión de la transporte para que la descargue en el sitio acordado. A partir de ahí, un carretillo y un rastrillo harán el resto. Un trabajo manual, que puede llegar a ser cansado, dependiendo del volumen de gravilla a distribuir, pero que sin duda proporciona unas sensaciones satisfactorias. Y por mucho tiempo, ya que este tipo de trazados con gravilla no requieren de mantenimiento alguno.

Camino de y con césped

¿Has observado en los parques como el césped va despareciendo por los atajos de camino que usamos los paseantes? Es una tendencia natural, la de acortar el camino. Eso evidentemente lo sufre el césped, y aunque por el jardín de nuestra casa no va a pasar tanta gente como por un jardín público, a larga los efectos son similares. Así para evitarlos y al mismo tiempo no renunciar al césped, siempre podemos estudiar los trazados más habituales, que generalmente son líneas rectas. Y tras eso remarcar el camino a seguir con unos baldosines horadados que permiten a su vez el desarrollo del césped. Tendremos un sendero visualmente muy aparente, pero también muy práctico, ya que este también es un buen recurso para evitar el barro o resbalones inoportunos.

Adoquines secos

Los adoquines secos o guijarros son tan cómodos de instalar en el jardín, como la gravilla que hemos citado anteriormente, si bien es cierto es que son un poco más caros. No obstante, la combinación puede llegar a ser escandalosamente atractiva, y sobre todo muy atractiva. De hecho, este tipo de adoquines no pueden faltar en ningún jardín que se inspire en los principios zen. Y un jardín de estas características orientales no tiene por que encontrarse solo en Japón, sino que los hay en todo el mundo. Incluso en España podemos encontrar expertos en la realización de este tipo de espacios, como son el estudio de paisajismo madrileño Jardines Japoneses.

Un adoquinado con mortero

Bien diferente al uso de gravilla, adoquines secos o guijarros es el empleo de adoquinados ya unidos con mortero, es decir el trabajo de adoquinado con siglos de tradición. Ni que decir tiene que la duración de este tipo de trabajos es mucho más larga y resistente, tanto a las acciones meteorológicas como a la acción del hombre. Y lógicamente también es un tipo de trabajo más costoso, ya que las piedras llevan un trabajo previo de corte y posteriormente tienen que intervenir albañiles especializados en la colocación de este tipo de empedrado. Pero los resultados pueden ser espectaculares, y un adoquinado puede integrarse a la perfección en cualquier tipo de jardín.

Caminos de madera

Puestos a hacer inversiones cuantiosas en la realización de senderos dentro de nuestros jardines siempre está la opción de usar baldosas de madera que marquen nuestros pasos. Pero todavía se puede ir más allá y realizar verdaderas obras de carpintería en la que se realizan caminos continuos. Para ello se hace necesario preparar una base elevada, sobre la cual se colocarán todas y cada una de las tablas de madera que configuren el camino. Es una solución muy elegante, también cara, más aún si se aprovecha incluso para dotar de focos encastrados en el pavimento, ya que este sistema, siempre y cuando la instalación eléctrica sea estanca. Lo dicho es una solución funcional y puede ser estéticamente muy atractiva en jardines de estilo moderno. Además su apariencia puede variar, ya que no tienen porque hacerse únicamente con madera tratada con fungicidas, sino que hay infinidad de barnices para exterior que harán que perdure el trabajo. Eso sí, hay que saber que esto requiere un mantenimiento periódico para que la madera se conserve en sus mejores condiciones.

Piedras en el camino

La fase hecha de poner piedras en el camino tiene un componente negativo es su significado más popular. Sin embargo, si nos la tomamos literalmente es de lo más natural: hacer un camino de piedras. No en vano, los que hemos citado más arriba en forma de adoquinados secos o con mortero, o la gravilla, no dejan de ser caminos hemos a base de piedras. Pero en todos esos caso estábamos comentando un material de pequeñas dimensiones. Sin embargo, también se puede optar por piedras mucho mayores. De formas regulares o no, eso va a gusto del propietario y del paisajista. También podrán elegir entre diferentes tonalidades, y desde luego se podrán distribuir de formas ordenadas o aparentemente caóticas. Como deseen. Sin embargo, elijan las piedras que elijan siempre se tratara de losas, es decir, piedras de superficie amplia pero de escaso grosor. Algo importante tanto para su manejo y colocación, como por su peso, ya que este material se vende así: a peso.

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