Antes y después: la milagrosa transformación de 5 baños en ruina

Herenhuis 1890, Amsterdam, VASD interieur & architectuur VASD interieur & architectuur
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El cuarto de baño de todo hogar es, por norma, un espacio en el que ha de reinar la paz, la organización y, sobre todo, la higiene. Disponer de un espacio más o menos moderno, amplio, bañado de luz natural y bien ventilado es una garantía de satisfacción aunque esta visión no siempre encaja con la realidad. 

Si tu baño no cumple con estas piedras angulares del diseño, tal vez haya llegado el momento de someterlo a un cambio de imagen. Pero tranquilo, no es necesario que acometas una profunda renovación, en ocasiones, basta con hacer ciertos retoques e, incluso, con suprimir o añadir ciertos elementos para conseguir el efecto deseado. 

En este libro de ideas te proponemos un paseo por el antes y el después de cinco baños sometidos a una increíble transformación que puede resultarte inspiradora si estás pensando en cómo mejorar el diseño del tuyo. Cinco ejemplos de modernidad que, en origen, nadie habría apostado por ellos. 

Antes: en avanzado estado de abandono

Probablemente este no sea el aspecto que ofrece tu cuarto de baño porque, de ser así, no anima demasiado a dejar descansar las posaderas sobre el inodoro ni un solo segundo. La imagen muestra un espacio en avanzado estado de abandono en el que, el paso del tiempo y un más que posible desuso, ha causado estragos. Suciedad, desperfectos en los revestimientos y un aspecto generalizado de decadencia absoluta reinan en este espacio convertido en punto de partida de nuestro recorrido. 

Después: un baño moderno y lleno de luz

El cambio es más que evidente y es que el diseño del baño no tiene nada que ver con la imagen anterior. El espacio se reinventa desde sus raíces transformándose en un espacio moderno dominado por el sentido práctico que, por otro lado, se le presupone a esta estancia del hogar. Los sanitarios refuerzan  esa contemporaneidad que se aprecia en las líneas y el juego de contrastes que se logra con la presencia de un revestimiento bicolor que da a la estancia una elegancia singular y equilibrada.

Antes: un juego de azulejos poco acertado

Aunque a priori este diseño pretendiera dar una imagen de vitalidad y energía, la elección de los azulejos no jugó a favor de este objetivo. Los colores elegidos no son precisamente un ejemplo de combinaciones armoniosas y, en líneas generales, el aspecto deja bastante que desear. Los desperfectos que se aprecian en las paredes así como las conducciones en forma de cañerías pedían a gritos una intervención de los profesionales para tratar de salvar un espacio que, al menos, no presentaba una imagen tan desastrosa como el anterior. 

Después: un baño impecable

¿Sorprendido? Sí, es el mismo baño de la imagen anterior aunque la transformación parece increíble. Los juegos cromáticos se han sustituido por un protagonismo indiscutible del blanco, un color que, además de transmitir calma y sosiego, ayuda a generar una mayor sensación de amplitud en el cuarto de baño. Los matices en negro añaden ciertas notas de distinción en un diseño que supuso, además, un cambio de la distribución destinando el espacio bajo la ventana a la instalación de un radiador toallero.

Antes: un baño casi en ruinas

En el ecuador de nuestro repaso por estas transformaciones increíbles recuperamos otro baño en avanzado estado de deterioro. Un simple vistazo ofrece una panorámica indiscutible de un espacio prácticamente en ruinas en el que no se salva ninguno de los elementos que componen la estampa. Los sanitarios, las paredes, las ventanas… Nada de lo que había hasta este momento en el cuarto de baño puede salvarse por lo que la actuación debía ser integral. 

Después: contemporáneo y singular

¿Quién podría resistirse a un baño relajante amparado por la luz del astro rey o una colección de velas aromáticas mientras se deleita con una música que acompañe la escena? El resultado de la reforma de este baño es de película. Si antes podría haber sido escenario de un film de terror, la intervención de los profesionales permitió un cambio radical inundando el espacio de modernidad y lujo. La sensación de amplitud es palpable y a ello se suma una acertada elección de los colores. La combinación de  blanco, verde menta y un suelo en tonos oscuros le da un toque de frescura a un espacio que invita su disfrute. 

Antes: un baño desaprovechado

En ocasiones, más que de falta de espacio, los baños adolecen de un escaso aprovechamiento de los recursos disponibles. Si es tu caso, esta renovación puede resultarte de lo más inspiradora. El baño que te presentamos no estaba especialmente mal cuidado pero la optimización del espacio dejaba mucho que desear. Sus dimensiones y elementos particulares como la gran ventana que permite la entrada de luz natural, fueron claves a la hora de plantear la transformación de un baño que tenía un gran potencial.

Después: un resultado espectacular

Aunque como señalábamos en la imagen anterior este baño no presentaba un aspecto de abandono, lo cierto es que la profunda renovación a la que fue sometido cambió por completo su aspecto. La estancia parece otra y es que se han sustituido desde las paredes a los suelos pasando por las cañerías o los sanitarios. El ladrillo visto de las paredes añade un punto rústico que combina a la perfección con el mármol elegido para el suelo o la ducha. Modernidad y tradición se dan la mano en un espacio práctico y lleno de elegancia. 

Antes: un baño de otra época

Un mantenimiento adecuado y la calidad de los materiales que, en origen, fueron elegidos para el diseño del baño son las claves que explican el estado inicial de la última de nuestras propuestas. Más que una reforma para solventar deficiencias, el diseño de este baño pedía una actualización y es que, los estampados de los revestimientos, poco o nada tenían que ver con el estilo buscado por los propietarios de la vivienda. La renovación se centró, por tanto, en dar un nuevo aire a un espacio que no presentaba muy mal aspecto. 

Después: un diseño minimalista contemporáneo

El nuevo aspecto elegido para este último cuarto de baño está a años luz del que mostraba en origen. Los azulejos con estampados florares se han sustituido por paredes lisas en blanco y gris que se acompañan de un revestimiento en madera clara para el suelo. La modernidad se adueña también de los sanitarios con un diseño de líneas contemporáneas y, como último detalle, se suprime la alfombra que poco aportaba al conjunto. 

Puedes encontrar más ideas para darle un nuevo aire a tu baño en nuestro artículo: Baños modernos: renovarse o morir

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