Dormitorios pequeños – ¡7 ideas para decorarlos!

Karen Ayerve Karen Ayerve
PISO SALVA46, Miel Arquitectos Miel Arquitectos Dormitorios de estilo moderno
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Si no hay lugar como nuestra casa, tampoco existe otro dormitorio como el nuestro. Es la regla no escrita que se cumple para todos aquellos que consideran su habitación como un templo, un universo paralelo donde la realidad nos parece más tranquila y las prisas se desvanecen. Es inevitable entonces que todos soñemos con tener un dormitorio grande, espacioso y una decoración que le cuente al mundo quiénes somos. Por algo es el lugar más personal de casa. Sin embargo, la realidad es que no siempre vamos a contar con todo el espacio que nos gustaría, lo que de alguna u otra forma acabará condicionando la decoración. Nuestros esfuerzos han de verse orientamos ahora a encontrar la manera de disimularlo y sacar lo mejor de lo que tenemos. 

Para que esta tarea no se convierta en todo un quebradero de cabeza, desde homify hemos indagado por las propuestas que nos traen nuestros expertos y hemos elegido estas 7 prácticas ideas que puedes aplicar en la decoración de tu dormitorio y hacer que la falta de metros cuadrados pase totalmente desapercibida. Al fin y al cabo, no hay espacio (ni tamaño) que se resista al encanto de una buena decoración.

1. Elige materiales naturales

Hace mucho que la decoración natural se ganó un espacio importante en los interiores: añadir plantas, utilizar materiales naturales o incluir accesorios que la evoquen son sólo alguna de las formas que materializan tal decoración. Es indudable que apostar por esta estética aporta a nuestro dormitorio todos los beneficios de la naturaleza: ambientes de sosiego y relajación, y una belleza visual bastante atractiva. 

Como comentábamos, existen varias maneras y muy sencillas de incluirla en la decoración. Eso sí, al tratare de dormitorios pequeños, quizá lo más recomendable no sea llenar los escasos metros cuadrados de macetas y floreros. Por el contrario, podemos hacernos con muebles fabricados de madera natural. O al menos, una imitación que ha de lucir lo más natural posible.

2. Menos es más

Ningún exceso es bueno, y en la decoración mucho menos. Si quieres sacarle partido a tu dormitorio pequeño debes empezar por hacer limpieza y deshacerte de todo aquello que no necesites. Casi sin darte cuenta, habrás liberado más espacio del que pensabas, espacio que, en estas circunstancias, vale oro. Con un escenario más limpio visualmente, ¿qué tal si apuestas por un estilo minimalista? Al fin y al cabo, este tipo de diseños nos ha demostrado infinidad de veces que menos cosas no sólo significa más espacio, sino también más belleza. Fíjate en la decoración que luce el dormitorio de la fotografía: la simplicidad del blanco inmaculado no sólo multiplica la iluminación, sino que contribuye a generar un ambiente pacífico; se han mantenido las piezas del mobiliario necesarias y eliminado toda decoración banal. El resultado es una apariencia más amplia y relajada.

3. Colores que den vida a la habitación

Si el dormitorio es la habitación más personal de casa es precisamente porque podemos decorarlo y hacer de este espacio prácticamente lo que queramos. Este principio justifica que algunos necesiten de los colores suaves y el minimalismo visual para conseguir ambientes relajados, mientras que otros encuentran en la gama de los tonos más vivos, la mejor forma de expresar su personalidad y la de su dormitorio. Para aquellos que buscan una habitación más energética, hemos seleccionado este trabajo de Juan Carlos Loyo Arquitectura, donde las pinceladas de los colores más intensos cobran el absoluto protagonismo.

4. Papel pintado para las paredes

La falta de espacio hace que de alguna u otra forma nos las ingeniemos para dar con recursos que resalten la belleza de nuestro dormitorio. Una de las alternativas más sencillas es sacarles el máximo partido a nuestras paredes, y con ello no nos referimos a llenarlas de accesorios y estanterías que en algunas ocasiones acaban por sobrecargar un espacio vital. Hablamos del papel pintado. Un recurso bastante práctico, fácil de colocar y accesible a todos los bolsillos. En este caso, si el estampado es algo llamativo, procura pegarlo en una sola zona que no esté fácilmente a la vista cuando reposes en la cama (fíjate en el ejemplo de la imagen). De lo contrario conseguirás justo lo que intentamos evitar: una decoración excesiva que agobie.

Otra posibilidad es pintar nuestras paredes con patrones decorativos, concretamente, hablamos de dibujar líneas horizontales sobre las paredes, de tal forma que los extremos se pierdan y se cree la sensación de mayor profundidad. Un efecto visual que vale la pena utilizar cuando los espacios son reducidos.

5. Otra forma de decorar las paredes

Aunque, si decorar las paredes con papel pintado o apostar por una pintura a rayas te resulta una apuesta un tanto arriesgada (por aquello del peso visual que contiene) siempre puedes elegir estas pegatinas de tamaño XL y colocarlas en el rincón de tu dormitorio que más te apetezca. Se trata de vinilos decorativos y puedes encontrarlos en todos los diseños, colores y tamaños posibles. Aquí, las posibilidades se extienden hasta donde nuestra imaginación nos lo permita. Desde luego, una de nuestras alternativas favoritas a la hora de renovar la imagen que luce cualquier habitación. 

6. Aprovecha cada rincón

La regla básica cuando nos encontramos delante de un espacio reducido es saber optimizar cada metro cuadrado, sin necesidad de conseguir una imagen demasiado abarrotada de la habitación. Decíamos que las paredes, mejor si las decoramos a través de pinturas, diseños o pegatinas, antes que con estanterías; y que era preferible optar por el minimalismo conceptual antes que por otra estética. Bien, pues aunque se trate de un principio que debemos tener en cuenta, tampoco podemos obviar la necesidad de incluir muebles de almacenamiento que nos ayuden a mantener todo en su sitio. La clave es hacernos con diseños que se adapten a aquellos rincones inútiles (por ser demasiado pequeños), y consigan darle uso. Fíjate sino en las estanterías que decoran esta habitación: minúsculas pero lo suficientemente prácticas como para organizar libros y demás accesorios.

7. Hegemonía del color blanco

No importa el tamaño ni el estilo de una habitación porque el color blanco es siempre una apuesta segura. A partir de aquí podemos crear todo un universo personal de interpretaciones estéticas: podemos, por ejemplo, combinarlo con cualquier color para resaltar unas u otras energías, utilizarlo como una forma de aumentar la iluminación interior y que el espacio luzca más amplio, o también concebirlo como el escenario perfecto en el que cualquier espacio puede lucir impecable. Si necesitas más razones por las que debes apostar por una base en color blanco, no te pierdas nuestro libro de ideas 5 dormitorios donde triunfa el blanco.

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