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En una área residencial próxima a la ciudad de Alicante, durante los años 2010 y 2013, se construyó una vivienda con curvas. Su propósito no era experimentar con las formas orgánicas, ni llevarle la contraria a la arquitectura del vecindario, tan solo fue adaptarse a la geografía de la ladera en la que se emplaza. Así, podía mimetizarse con su forma y fluir, como su propia parcela, hacia las aguas del mar Mediterráneo. Se llama Casa Cabo y está compuesta por dos volúmenes rodeados de un extenso jardín en dos alturas equipado también con una piscina. El extenso programa que recoge se complementa, además, con una espléndida terraza en la primera planta que da servicio a la zona de noche. ¿Más detalles? A continuación más información sobre este proyecto de Martín del Guayo.
Un murete blanco, escalonado en uno de sus lados, protege la privacidad de la parcela. Desde fuera y mirando a la casa desde esta perspectiva no es muy posible vislumbrar las formas de la casa. Y es que en este perfil tan solo apreciamos dos planos de forma rectangular, retranqueados uno de otro. Aquí es donde se encuentra el acceso a la parcela, y en frente, la puerta que abre a los interiores de esta casa.
Sin embargo, sus otras dos fachadas, las longitudinales, nos presentan una realidad diferente. El edificio se curva en su perfil, albergando en uno de sus extremos un nivel superior. Esta fachada es opaca, tan solo algunos huecos rompen la homogeneidad del muro de hormigón blanco. Pero desde la otra fachada aunque las curvas son también visibles la casa mantiene dos alturas, los dos volúmenes que la componen tienen diferentes ondulaciones. El jardín en esta parte de la parcela es silvestre, ¿cómo es en su parte opuesta?
En la fachada opuesta, la arquitectura toma una vertiente diferente. Aquí la casa se abre al paisaje en sus fachadas, construidas con grandes vanos de vidrio. Aquí es donde aparecen las terrazas, descubiertas y cubiertas, que ofrecen un lugar habitable donde disfrutar del aire libre. También la piscina, en paralelo a la casa y abrazada por una zona pavimentada. El jardín que llega a esta zona es más doméstico que el anterior, y se ordena en dos alturas diferentes.
En la planta baja se ubica el programa público de la vivienda. Las estancias se organizan según su tipo en dos bandas longitudinales. De esta manera, en el volumen más opaco se encuentran las áreas servidoras de la vivienda, con cuartos de baño, zonas de almacenamiento y circulaciones. El volumen transparente acoge los espacios de vida, con la cocina, el gran salón comedor, y uno de los dormitorios. En este nivel, el esquema de distribución es abierto y fluido, y el paisaje, como en el resto de la casa, inundado de blanco.
La escalera que comunica todos los niveles de esta casa se adosa a uno de los muros, adaptándose a su forma curva. Lineal y con un hueco que permite cruzar miradas con el resto de niveles, sus peldaños de madera ponen la nota cálida a este paisaje lleno de pulcritud.
En planta primera es donde encontramos el programa privado de la casa, compuesto por cuatro dormitorios y tres cuartos de baño. En el principal, al que nos asomamos a través de esta fotografía, disfruta de un lucernario que introduce luz en la zona del vestidor, a través de la cual se accede al aseo.
Disfrutando de una superficie más que amplia, el cuarto de baño presenta una imagen similar a la del resto de la casa. Materiales nobles y blancos revisten suelos y paredes, salpicados de luz por la ranura que se abre en el techo.
Si te ha gustado este proyecto, no dudes en echarle un vistazo a:
