10 cortinas para los más pequeños

Dormitorios suaves y coquetos que, pese a no arriesgar demasiado, juegan con los colores para hacer de ellos un rincón con algo más de magia que el resto de la vivienda. Si bien es cierto que el cuarto de un bebé no puede tener demasiadas estridencias, pues es la etapa más tierna, no por ello debemos cortarnos a la hora de decorarlo y se pueden añadir pequeños elementos que le den más gracia. No hace falta demasiado, una cortina con topitos y unos lazos sobre la barra es suficiente para que el cuarto de nuestros pequeños luzca bonito.

Puede ser la guinda del pastel o el punto de partida. Pero una cortina en la habitación de un bebé no va por libre. Son el complemento ideal para estas habitaciones y ayudan a darle un toque más redondo. 

En este caso, la habitación del bebé ha optado por unos tonos crema -combinados con el blanco- que le dan un aire muy suave y cuco. Toda la decoración sigue esa línea y el dorado de las cortinas forma un gran conjunto con el resto de la habitación.

Aunque hablamos esencialmente de cortinas, poder combinarlas con un estor de estampado más alegre es una posible solución para poder hacer algo distinto con la decoración infantil. En este caso la habitación tiene un tono general bastante sencillo sin demasiadas estridencias ni toques modernos. Una ventana que prácticamente cubre de techo a suelo, debe tener una cortina larga que la cubra, sobre todo si se trata de una habitación infantil, pues a los niños siempre se les quiere proteger del contacto directo con el sol.

Sin embargo, poner una cortina de color, siendo tan grande, seguramente le daría demasiada oscuridad a la habitación y contrastaría mucho con el resto de la decoración. 

Rompiendo un poco el molde, no toda habitación infantil tiene por qué ser el reflejo de un mundo de niños. Hay padres que optan por una habitación de bebé que sea, en cierta medida, un reflejo o una extensión de la suya propia. 

Esta habitación de líneas muy clásicas y un tanto renacentistas, ha optado por unas cortinas que llegan hasta el suelo, de tonos cálidos y estampados de otro tiempo. Aunque toda la decoración saque de contexto, e incluso no parezca una habitación para un niño, no hay que dejarse engañar por las apariencias.

Los tonos pastel son los auténticos protagonistas de una habitación infantil. Un cuarto completamente entregado al azul donde no se han dejado un sólo detalle por el camino. 

Lo curioso de este cuarto radica en un estampado común a todos los elementos. La combinación es tal, que desde el edredón hasta los peluches, pasando -cómo no- por la cortina comparten el mismo icono. En este caso la cortina nos da una idea diferente, poder personalizarla a nuestro gusto.

Y del azul, al rosa, tal y como suele suceder en la gran mayoría de los dormitorios infantiles. Esta vez nos encontramos con unas cortinas estampadas en flores que, pese a estar en tonos rosáceos, logran que la luz traspase bien. De tela suave y muy translúcida, una cortina fina como la de la imagen es la opción perfecta si buscamos estampados que no oscurezcan las habitaciones.

Porque una cortina puede ser mucho más que un trozo de tela con un dibujo determinado, hay muchas opciones que incluso pueden hacerse al más puro estilo DIY (Do it youself), para dar un toque original y diferente. 

Por ejemplo, esta cortina de toques marineros, tiene unos flecos azul marino en la parte superior que perfectamente podrían haber sido cosidos a mano, todo vale cuando se trata de decorar los cuartos de los pequeños de la casa. Y cuando se trata de niños, las manualidades son uno de los puntos clave.

Otro ejemplo de ello es esta tira de estrellas que viene cosida -aunque no se aprecie en la imagen- a la parte superior de la cortina. Un toque de color sobre un fondo blanco que rompe con la monotonía y juega con los contrastes. Lo mejor de este diseño es que al no ser un dibujo y tratarse de una hilera superpuesta, cobra cierta vida e independencia respecto de la cortina, dándole mucho más movimiento.

Cuando se trata de cortinas infantiles, más allá de los estampados y juegos de dibujos que queramos escoger. Es importante tener en cuenta los materiales, en este tipo de cuartos, las cortinas es recomendable que sean de algodón puesto que son más fáciles de lavar y no acumulan electricidad estática.

En este cuarto los osos son el motivo principal que cuenta la historia de toda la habitación, desde el papel de pared hasta el dibujo que enmarca los tabiques del suelo, esta familia de ositos conquista todo el cuarto siendo, su imagen principal, la cortina de tela suave que tapa el acceso al jardín. Al estar enganchada muy sencillamente a una barra, cambiarla será muy fácil cuando el bebé crezca y los osos ya no le gusten tanto.

Los estores de color tienen el peligro de hacer de las habitaciones un lugar demasiado oscuro. Sin embargo son un buen freno cuando la luz es directa, como sucede en esta habitación, impidiendo el contacto directo con el bebé. Los estores acumulan mucho polvo, por lo que es mejor que, aun siendo tonos claros, evitemos el color blanco para que la suciedad no sea muy evidente.