Lo sabemos, cuando uno vive alquilado no siempre es posible que nuestros espacios se vean como si hubiéramos contratado decoradores y diseñadores de interiores. Por lo general, los departamentos que estar para alquilar tienen paredes pintadas de tonos bastante genéricos, que peguen con todo y nos dejan a los amantes del color y de las paletas con muchas tonalidades bastante despechados por no poder calmar nuestras ansias cromáticas.
Entonces ¿cómo podemos tener espacios coloridos como nos gustan sin perder el depósito por pintar paredes sin permiso? En este libro de ideas te enseñamos cómo incorporar el color inyectándole vida a cada rincón de la casa, sin tener que tocar ni una sola pared.
Pinturas, fotografías, afiches, adornos, esculturas, llenemos el nuevo departamento de objetos artísticos en nuestros colores favoritos que se verán sensacionales en paredes blancas, que actuarán como las de una galería de arte. Recomendamos especialmente chequear el trabajo de artistas emergentes, quienes están empezando, tienen talento de sobra y no cotizan tan caro como los artistas consagrados.
Las cocinas, como los baños, pueden ser espacios en los que no nos es fácil inyectar color, sobretodo si los revestimientos no son demasiado coloridos. Entonces ¿qué podemos hacer? Fácil, ¡compremos una nevera roja, amarilla o fucsia!
Las telas son un vehículo perfecto para incorporar color en todos nuestros espacios. Lisas o estampadas, valgámonos de ellas para que nuestra casa no termine siendo una aburrida versión de lo que realmente nos habría gustado tener.
No sólo buscamos darle color a nuestra casa, ¿por qué no aprovechamos para darle un poco de originalidad y sentido del humor? Existen montones de objetos útiles y divertidos que sacarán a nuestros espacios de la clasificación de genéricos
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Ya sea en la sala, el comedor o en la habitación, ¿quién dice que los muebles tienen que ser de colores neutros? Si tenemos la audacia de usar color en los muebles más grandes de nuestros espacios, como sofás, mesas o camas, tengamos en cuenta que podemos llegar a cansarnos, así que asegurémonos de elegir tonos que nos gusten tanto que eso no llegue a suceder.
Si queremos colores brillante que produzcan esa sensación de vibración, entonces optemos por los tonos intensos o flúor, incorporándolos en la decoración mediante diferentes objetos y detalles.
Si nos horrorizan las habitaciones en tonos neutros siempre podemos apelar a las alfombras con motivos coloridos. Podemos tomarlas como punto de partida de la paleta y que el resto de los textiles y los muebles acompañen.
Las habitaciones infantiles siempre deberían ser muy alegres. Lo mejor para darles esa necesaria dosis de color y alegría vale la pena empezar por la ropa de cama. Otra forma ingeniosa es la de comprar cajas en tonos brillantes que, no sólo tendrán valor decorativo, sino que también nos serán muy útiles para guardar juguetes.