Se fabrican con placas de vidrio grueso unidas mediante un proceso de vaciado que elimina el aire. Esto los vuelve un excelente método de aislación que a la vez deja pasar la luz.
Tienen un interesante potencial decorativo, ya que se puede optar por ladrillos transparentes, traslúcidos o en una variedad de colores muy atractivos. Y también con textura de rayas, burbujas, cuadrados y muchas otras para todos los gustos. Fijate cuántos usos distintos se les puede dar.
Al estar formado por caras de vidrio con un espacio interior o cámara de aire, son un excelente aislante térmico y acústico. Si están ubicados en una pared exterior, resisten las inclemencias del tiempo y los cambios de temperatura, pero dejan pasar la luz y el sol.
Los rincones siempre se consideraron un lugar de penitencia: en la escuela porque eran donde te mandaban si te portabas mal. En las casas, porque son los lugares más oscuros. Pero si elegís utilizar ladrillos de vidrio en una esquina, seguramente se convertirá en tu lugar preferido, lleno de luz y sol. Incluso podés elegir ladrillos curvos para crear un espacio original.