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Así que llegó el momento, finalmente tenemos el lote, el capital, el tiempo y la ganas de construir ¡finalmente! la casa con la que soñábamos. Se trata de un momento bisagra en nuestras vidas, un antes y un después. Un proyecto que nos produce una enorme ilusión y muchísima ansiedad en partes iguales y por ello, todo lo que podamos investigar y aprender de antemano viene bien.
La elección de los arquitectos hará toda la diferencia. No solamente en términos de diseño, sino porque serán parte constante de la operación, por lo general trabajan con contratistas que conocen desde hace tiempo y pueden allanarnos el camino de muchas maneras.
Partiendo de ahí, es necesario hacer mucho trabajo personal, sentarnos nosotros y los demás involucrados en la construcción de nuestra casa, como pareja e hijos, y volcar todas esas ideas que nos han revoloteado en la cabeza por años y pasarlas en limpio, para poder decidir cuáles son factibles, recomendables o directamente descartables.
El proyecto de construir una casa nos pondrá a prueba de muchas maneras. Habrán momentos de enorme felicidad y una sensación de logro fantástica y otros en los que nos preguntaremos desesperados por qué se nos ocurrió la pésima idea de construir en primer lugar, más todos los sentimientos intermedios que se sucederán uno al otro sin aviso previo.
Lo mejor que se puede hacer es vivir un día a la vez, estar preparados para contingencias y sin perder de vista la meta final, pero dividiéndola en pequeñas etapas para que la enormidad del todo no nos asuste.
No pretendemos escribir una guía que les permita construir por su cuenta, ni mucho menos. Este libro de ideas busca darle respuesta a algunas dudas, pero de ninguna manera quiere (o puede) sustituir la orientación y la gestión que brindan los profesionales preparados para ello.
Existen diferentes tipos de sistemas para levantar una casa, desde la construcción húmeda, con máquinas mezcladoras y hormigón, hasta la construcción en seco, como la que se utiliza en casas prefabricadas. También existen soluciones intermedias, que intercalan técnicas de ambas vertientes, valiéndose de ciertos elementos de la construcción húmeda, como el uso de hormigón armado en ciertas áreas y piezas fabricadas en galpones que se ensamblan in situ.
Vale la pena explorar todas las novedosas técnicas estructurales como el steel framing, construcción en madera o paneles tridimensionales. Estos sistemas son más económicos y ecológicos que la construcción tradicional.
El precio de construcción se calcula por metro cuadrado. Se estima que para construir una casa en Argentina este año, siempre y cuando se trate de ubicaciones urbanizadas y de fácil acceso es de US$ 1.500 con métodos húmedos o de construcción tradicional. En franco contraste, el metro cuadrado de construcción en seco se calcula en US$ 550. Una diferencia notable que de seguro, hará reflexionar a muchos.
La elección del lote es, obviamente el primer paso. El diseño dependerá en gran medida del terreno. No solamente desde la topografía, sino también por el entorno, especialmente si se trata de barrios cerrados en los que se exige seguir cierto estilo o reglas estéticas y de acuerdo también a las ordenanzas de las autoridades locales.
Si no conocemos a un arquitecto en quien confiemos, no sólo por su integridad como persona y como profesional, sino porque admiramos su trabajo, la búsqueda de la persona indicada es vital. Es importante conocer otros proyectos desarrollados por el arquitecto de nuestra elección y por ningún motivo contratarlo simplemente para el diseño de la casa. La dirección de obra es un paso elemental en el proceso de a la casa perfecta.
En este sentido, los gastos en honorarios para tener un arquitecto con presencia regular en la obra nos ahorrará dinero en el futuro, así que incluyamos este importantísimo apartado en nuestro presupuesto.
Las reuniones preliminares con el arquitecto son vitales para poder transmitirle de la manera más exacta las necesidades y los elementos que nos gustaría que tuviera nuestra casa. Es un momento para explayarnos, dar todas las explicaciones y ejemplos posibles, mostrarle imágenes de nuestros espacios favoritos y en suma, darle una idea bien cercana de quiénes somos y lo que queremos en nuestra casa.
No son fáciles de entender para los neófitos en materia de arquitectura y diseño, pero los planos son la representación gráfica de la edificación y tenemos que conocerlos y entenderlos de principio a fin. Es importantísimo tener en cuenta que los cambios que queramos hacer, en esta etapa no son más que una pequeña corrección en el plano, mientras que cualquier modificación cuando el proyecto se encuentra en la etapa de la construcción será costosa y complicada.
Existen diferentes tipos de planos. Estos pueden ser de plantas, de topografía, de fachada, de cimentación, de instalaciones, de cortes de secciones y de acabados y detalles. Nuestro arquitecto nos guiará para que podamos entender cada uno de estos planos sin dificultad, utilizándolos como las valiosísimas herramientas que son.
Ya sean dibujos, renders o cualquier otro tipo de representación gráfica, nos sirven para tener una imagen mental muchísimo más exacta de lo que será el resultado final de la casa. Cualquier arquitecto estará feliz de mostrarnos estas imágenes para decidir entre todos qué queda y que no.
Primero hay que acondicionar el lote, deshaciéndonos de piedras, raíces y otros obstáculos y alisando el terreno. Seguidamente pasaremos a la etapa de los cimientos que sentarán las bases para todas las estructuras que se levantarán en nuestra casa.
Seguidamente, empezará el proceso de levantar las columnas, vigas o estructuras sobre las que descansarán paredes, techos y pisos. Las casas que se levantan mediante técnicas de construcción tradicional pueden hacerlo mediante columnas o vigas de diferentes materiales. Si se trata de construcción en seco, en esta etapa se prepararía el armazón de madera o acero que posteriormente se cubriría con piezas fabricadas en otro lugar y llevadas al lote para su ensamblaje. También los diferentes sistemas como plomería, caños de gas y cableado eléctrico formarán parte de esta etapa.
Si las diferentes estructuras son como el esqueleto de la casa, los pisos paredes y techos son los músculos. Pueden levantarse usando mortero y bloques u hormigón armado, una técnica muy común de la construcción húmeda. En las casas prefabricadas, comenzaría la etapa de ensamblaje con placas o paneles traídos de la fábrica y que se arman como un rompecabezas.
Reiteramos, un consejo de oro sería contratar un arquitecto y mantenerlo involucrado en toda la extensión del proyecto, dejándole contratar a la constructora o mano de obra de su confianza. Otro buen consejo es el de comprar materiales valiéndose de páginas especializadas en internet, pueden ser más baratos y la selección más amplia. No se debe pagar ningún tipo de trabajo por adelantado o correremos el riesgo de que la obra se retrase muchísimo y es indispensable tener un lugar donde podamos guardar los materiales y llevarlos de a poco a la obra, o quedarían desprotegidos y nos los podrían robar.
La última etapa es una de las más disfrutables aunque puede traer dolores de cabeza. Se trata de los acabados que parecen fáciles o menores, pero que nos roban muchísimo tiempo y son los que le darán ese aspecto prolijo a nuestra casa. Es la parte que más se parece al maquillaje
y la decoración vendría a ser la indumentaria
de la nueva casa, que consiste en llenar los espacios con los muebles, textiles y adornos, todos estos aspectos vitales del diseño interior y la decoración.
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