Elementos fundamentales de una vivienda sostenible

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¿Te preocupa el gasto energético de tu vivienda? A todos, eventualmente, esta idea nos da vueltas en la cabeza, tanto por las ganas de ser buenos ciudadanos y contribuir a preservar el grandioso planeta que habitamos, como las de preservar también nuestro bolsillo y nuestra cuenta bancaria. Teniendo en cuenta el ascenso del costo de los servicios como la electricidad y el gas que venimos experimentando últimamente, no es para menos que nos veamos inclinados a adoptar una estilo de vida mas ecológico y racionalizar nuestro consumo energético.

La buena noticia es que para tener una vivienda sostenible no es necesario mudarse de Suecia o gastarse los ahorros de toda la vida. Podemos tratar, en la medida de nuestras posibilidades, de incorporar acciones, materiales y soluciones mas ecológicas, que automáticamente se traducirán en facturas menos abultadas a fin de mes. Tener un pensamiento green nos favorece a todos ¡Y es mas fácil de lo que te imaginas! Acá te explicamos algunos de los componentes mas importantes de una vivienda sustentable.

Maximizar la luz natural través de claraboyas, puertas y ventanas amplias

La luz natural nos permite embellecer los espacios, dar vitalidad a nuestra casa y de paso ahorrar energía. Para lograr un espacio cálido, acogedor y además ecológico, resulta imprescindible aprovechar al máximo la luz natural.

Las puertas y ventanas amplias son un excelente comienzo, ya que dejan entrar una mayor cantidad de luz. También es recomendable pintar los marcos de blanco o tonos claros, del mismo color que las paredes, para crear luminosidad de manera natural.

Otro detalle a considerar es la elección de las cortinas, ya que las telas gruesas pueden contrarrestar el efecto conseguido. Conviene optar por telas finas o materiales translucidos para maximizar la luz.

Las claraboyas son otra opción ideal a la hora de iluminar los espacios interiores con luz natural. Si bien su instalación no está al alcance de todos, es una buena idea tenerlas en cuenta a la hora de construir nuestra vivienda, o elegir una para alquilar. Si las claraboyas no están dentro de tu presupuesto, hay una alternativa que funciona muy bien y consiste en integrar los ambientes oscuros con otros ambientes mas luminosos, simplemente eliminando los tabiques que los separan.

Otra opción muy interesante es instalar puertas corredizas, que nos permiten delimitar espacios contiguos con la posibilidad de unirlos entre si, dejándolas abiertas para que fluya la luz cuando lo necesitemos. Las puertas de cristal, por ejemplo, permiten la vinculación de todos los espacios de la casa aprovechando la luz entre ellos. 

Aplicando cualquiera de las ideas anteriores, aunque sea solo una de ellas, estaremos contribuyendo a reducir la dependencia de las fuentes de energía de manera sustancial.

Paneles solares fotovoltaicos

Los paneles solares -sin duda uno de los mejores inventos modernos en pro de la ecología- no son mas que módulos que usan la energía proveniente de la radiación solar, siendo probablemente una de las tecnologías que más contribuye a la conservación de los recursos.

Estos paneles están compuestos de celdas que tienen la capacidad de convertir la luz en electricidad a través de un proceso fotovoltaico, que consiste en la producción de un campo eléctrico resultante de la combinación entre las cargas positivas y negativas de la luz. Este campo eléctrico tiene la capacidad de generar corriente eléctrica.

Se utilizan tanto en parques solares de gran envergadura como en instalaciones hogareñas y vehículos solares, y su costo se ha venido reduciendo considerablemente desde que se fabricaron las primeras células solares comerciales.

Hoy en día estos paneles son un elemento fundamental en la concepción de una vivienda verde y de hecho, en algunos países desarrollados, su costo medio ya es competitivo con las fuentes de energía convencionales.

En nuestro país, si bien contamos con esta tecnología, los paneles solares son todavía un objeto de nicho debido a que el uso de la energía eléctrica común sigue siendo la opción mas económica. Para ser mas específicos e ilustrar el punto, cada megavatio solar nos costaría 142 dólares, el triple del coste por megavatio de la electricidad normal.

Si bien lo anterior no pareciera demasiado estimulante -al menos en el plano económico, la tendencia indica que eventualmente estos precios tenderán a equipararse y cada vez será mas generalizado el uso de este revolucionario sistema de generación de energía en el mundo y en la Argentina.

Consideraciones sobre el uso racional de la energía

Una de las maneras mas sencillas y directas de contribuir a bajar nuestro impacto en el medio ambiente es regular el consumo de energía en el hogar, y tan solo se necesitan unas sencillas acciones diarias para lograrlo. El consumo responsable, además de cuidar el medio ambiente, nos ayuda a ahorrar una gran cantidad de dinero. A continuación te traemos una serie de consejos prácticos en cuanto al uso de los electrodomésticos y el manejo de los recursos no renovables dentro del hogar.

El Microondas: utilizar este pequeño aparato supone un ahorro de entre el 60 y el 70% de energía – gasta mucha menos energía que el horno convencional – siempre y cuando sea un modelo con etiquetado energético A.

El Horno: hay que evitar abrirlo mientras esté encendido, ya que la temperatura baja unos 25 a 30 grados forzándolo a usar más energía.  

En la cocina de gas, aprovecha al máximo el calor procurando que los recipientes sean un poco más grandes que las zonas de cocción empleadas, para así no desperdiciar el calor. 

La lavadora: la idea es programar ciclos cortos de lavado y utilizar agua fría o templada en vez de caliente.

La heladera: este es el electrodoméstico que más energía consume, llevándose en concreto el 19% de la factura de la electricidad. Conviene situarlo de forma adecuada evitando lugares donde de mucho el sol, además de descongelarlo periódicamente para evitar que se formen capas de hielo y mantener la temperatura del termostato en 5 grados para la refrigeración y 18 para la congelación.

Bombillas: La idea es sustituir las bombillas incandescentes por lámparas de bajo consumo. 

Agua: debemos tratar de usarla fría siempre que se pueda, limitar el consumo a lo necesario y evitar el despilfarro que de los grifos abiertos sin necesidad (por ejemplo, en el afeitado o cuando nos cepillamos los dientes).

Duchas: tomar duchas en lugar de baños de inmersión supone un gran ahorro de agua y energía (una ducha consume cuatro veces menos agua y energía que un baño).

Calefacción: un buen aislamiento en el hogar nos ayudará a aprovechar al máximo la calefacción en los días más fríos. Así mismo, es importante tener un sistema de calefacción eficiente, siendo la losa radiante el sistema de calefacción de menor consumo.

Aire acondicionado: si usamos aire acondicionado, conviene fijar la temperatura de refrigeración en 25 grados.

Aparatos electrónicos: cuando terminemos de usar los aparatos electrónicos tales como los equipos de música, computadoras o televisores, hay que apagarlos totalmente. El uso de una zapatilla anti stand by nos ayudar a apagar de una sola vez todos los periféricos y cualquier otro aparato eléctrico, y evitar que éstos permanezcan encendidos por la noche, consumiendo electricidad de manera innecesaria.

Uso de material orgánico y compost

Las ventajas de hacer compost de forma doméstica son muchas, pero empecemos por el principio, ¿Qué es y para que sirve? Te invitamos a conocer un poco mas sobre esta práctica tan en boga entre las comunidades eco friendly del planeta.

El compostaje es un proceso de descomposición de la materia orgánica con el que obtenemos un producto de excelentes propiedades y que sirve como fertilizante para los suelos del planeta, aumentando la cantidad de nutrientes asimilables para las plantas. Este proceso nos permite conseguir una reducción muy sustancial de los residuos urbanos, minimizando los problemas ambientales ocasionados por el transporte de la basura y contribuye también a aminorar el daño ambiental ocasionado en su procesamiento.

El procedimiento es realmente algo muy sencillo de realizar en casa pues se basa en los ciclos naturales de la materia orgánica. Tan sólo necesitamos un espacio al aire libre y un recipiente adecuado donde depositar los restos de la cocina y el jardín.

El sitio ideal para colocar un compostador es un lugar sombreado sobre la tierra (nunca sobre asfalto, cemento o enlosado) para que los organismos que viven en el suelo (bacterias e invertebrados) colonicen el recipiente.

En el mercado encontramos una amplia gama de modelos de plástico o de madera, de varios tamaños y formas y que se adaptan a todos los presupuestos.

La madre tierra hará el resto del trabajo absorbiendo los nutrientes de las hojas, plantas muertas y deshechos animales, transformándolos en un valioso alimento muy rico en proteínas, necesario para el crecimiento de las plantas y el desarrollo de la vida micro y macroscópica de los suelos.

Uso de plantas en el interior del hogar

La utilización de plantas de interior nos da la posibilidad de hacer de nuestro espacio un lugar mas saludable. Las plantas nos ayudan no a crear un entorno agradable visualmente, y también cumplen la importante función de absorber CO2 y liberar oxígeno, reduciendo la temperatura ambiente y limpiando el aire de sustancias contaminantes producidas por el mobiliario y el edificio.

Las plantas purifican y revitalizan el aire de la casa ya que sus hojas tienen la capacidad de absorber los contaminantes químicos, que después se transportan a las raíces y convierten en una fuente de energía para su crecimiento.

Si bien son muy recomendadas dentro del hogar, debemos hacer la excepción en el dormitorio, donde no conviene tenerlas porque nos restan oxígeno a la hora de dormir.

En cuanto al tipo de plantas recomendadas para interiores figuran la hiedra, la lengua de vaca, también conocida como lengua de tigre, el philodendron, la mala madre, el potus y las dracaenas, entre muchas otras.

Otra forma de incorporar plantas en el hogar con fines ecológicos es a través de un pequeño huerto donde cultivar hierbas aromáticas o bien algunas verduras y hortalizas, sin químicos y directos de la tierra al plato. ¿No te tienta tener tu propia cosecha orgánica?

Reciclado del agua de lluvia

La recolección de aguas pluviales es un concepto sencillo que consiste en reciclar el agua de la lluvia y almacenarla en depósitos, para luego utilizarla cuando la necesitemos. La lluvia también se puede recolectar en fosos de recarga que permite alimentar directamente los caños de agua subterránea que proveen al hogar.

El anterior sistema necesita, sin embargo, de una instalación medianamente compleja, y sobre todo de un gran depósito capaz de albergar toda la capacidad de recogida, mas un filtro para poder dar uso humano a toda esa agua. Si crees que una instalación de ese tipo está fuera de tus posibilidades, siempre se puede recurrir a otras soluciones mas sencillas.

Una de ellas es usar recipientes tipo bidones, ubicados de forma tal que recojan el agua de la lluvia que cae del techo, colocando si se quiere una válvula en la entrada como en la salida del tacho. El agua recogida por medio de este método se debe utilizar solo para regar el jardín o la huerta, ya que no es apta para el uso humano, a menos de vayamos un paso mas allá e instalemos un filtro que elimine la suciedad o los insectos.

Previniendo el calentamiento a través de superficies que reflejen el calor en las paredes externas de la casa

Una de las maneras mas efectivas de reducir el consumo de electricidad proveniente de los aparatos de aire acondicionado, cuyo uso aumenta exponencialmente en los meses de calor, no es ni mas ni menos que la prevención: evitar que el ambiente se caliente en primera instancia. Suena lógico ¿no?. La realidad es que contar con un buen aislamiento en las paredes y el techo de la casa puede llegar a reducir en más de un 30% los gastos destinados a la refrigeración del hogar.

Para asegurarnos de que el calor no penetre las paredes y caliente el interior, nos conviene aplicar materiales aislantes a los exteriores de la casa, que reflejen los rayos del sol. En el mercado existen multitud de soluciones, desde las más sencillas, como pinturas reflectoras de luz que desvían el calor, hasta las más sofisticadas, como fachadas ventiladas con un sistema de doble hoja cuyas capas están separadas por material aislante y una cámara de aire, que protegen el interior de las altas temperaturas. Lo ideal es dejarnos asesorar por un técnico calificado que nos indique la mejor forma de aislar nuestro hogar del calor y estar listos para afrontar los meses de verano.

Los molinos de turbina y la biomasa para cubrir requerimientos energéticos extra

Siempre que pensamos en turbinas eólicas se nos viene a la mente un molino de grandes dimensiones con palas que giran para recoger la fuerza del viento. Pero la realidad es muy distinta. Actualmente, con el avance de la tecnología, estas grandes turbinas han dado paso a modelos de mucho menor tamaño, que se pueden utilizar tanto en zonas urbanas como rurales y se encuentran ya hace un tiempo en el mercado.

Hoy por hoy existen turbinas lo suficientemente chicas como para ir en el techo de la casa. No se trata de un molino de viento, sino de pequeños aparatos que complementan a los sistemas ya instalados de provision de energía.

La principal ventaja de estos aparatos radica en el ahorro energético que suponen, y si bien estas turbinas no son suficientes para abastecer en un 100% la demanda energética de un hogar promedio, funcionan muy bien como sistema de apoyo. En cualquier caso, se trata de un paso importante hacia el autoabastecimiento y la utilización de fuentes alternativas de generación de energía – en este caso el viento- con la consecuente la disminución de nuestra huella de carbono en el planeta. El costo de instalación, que efectivamente es un punto a considerar, está mas que justificado y se amortizará a mediano plazo con la considerable disminución en las facturas de los servicios a fin de mes. El planeta, además, nos lo va a gradecer y mucho.

Hablemos ahora sobre otra novedosa fuente de energía alternativa, a parte de las ya mencionadas, que es la biomasa. Si bien puede sonar como algo proveniente de la NASA, en realidad su fabricación se lleva a cabo acá en la tierra y de manera bastante mas sencilla de lo que nos imaginamos.

El término biomasa es en realidad un concepto bastante genérico que se refiere a la utilización de cualquier material -de origen animal o vegetal- con la finalidad de generar energía.

En este artículo nos limitaremos a los usos de la biomasa en el hogar, particularmente mediante las estufas de pellets, como la que se ilustra en la foto.

Los pellets, el tipo de biomasa mas comúnmente utilizada en el hogar, son pequeñas porciones de madera comprimida de origen natural utilizada como combustible. Estos pequeños gránulos están compuestos por restos forestales de limpieza de bosques, podas, o excedentes de la industria maderera, los cuales se someten a un proceso de secado y prensado para reducir el nivel de resina, humedad e impurezas, sin añadir ningún aditivo químico.  El resultado consiste en unas pequeñas porciones compactas de aspecto granulado, que luego se usan como combustible para alimentar calderas o estufas de biomasa.

Estas estufas sirven para calentar los ambientes de la casa u oficina y son un complemento ideal para nuestro sistema de calefacción existente. Son perfectas para esos espacios que necesitan ser calentados rápidamente y sin mucho gasto, cuando pasamos todo el día fuera de casa. La instalación de estas estufas especiales requiere tener acceso a una salida de humo, con el fin de evitar la contaminación proveniente del proceso de combustión (en realidad funcionan como pequeñas chimeneas) -sin bien dicha instalación es bastante sencilla cuando se trata de viviendas. Como ya hemos indicado anteriormente, las estufas de pellets están adquiriendo cada vez más protagonismo, sobre todo entre los más jóvenes, que buscan una alternativa más ecológica y económica a los sistemas de calefacción tradicionales

Las estufas de pellets o biomasa son muy fáciles de utilizar y solo tendremos que seleccionar la temperatura deseada y  el aparato se encargará del resto. Tienen incorporado un sistema de censor que enciende y apaga la estufa cuando se alcanza la temperatura deseada y gracias a un depósito de reserva de combustible (pellets), es posible mantenerlas en funcionamiento continuo durante varios días, dependiendo de su potencia calorífica.

Los costos son variados dependiendo de la cantidad de kilo calorías generadas y su instalación la debe llevar a cabo un profesional.

Esperamos haber logrado despertar tu curiosidad ecológica y haberte proporcionado por medio de este artículo algunas ideas prácticas que puedas comenzar a aplicar muy pronto en tu hogar.

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