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Hoy le hacemos frente al verano con una nota con ideas nuevas y refrescantes. La propuesta que te compartimos el día de hoy, es la reforma de una vivienda urbana obra del estudio argentino de arquitectura Mariana Lasala.
Para acomodar el extenso programa de necesidades del comitente, la arquitecta modifica la distribución de la casa preexistente para lograr un partido más abierto y luminoso.
Como en toda reforma, se tienen que evaluar diferentes opciones y luego elegir la que mejor responde a los requerimientos de sus propietarios.
La modificación más radical, se realizó en el jardín anterior de la casa que, luego de la intervención, fue reemplazado por un espacio exterior seco, cuyo solado que se concreta a partir de canto rodado de color blanco y baldosas cerámicas que definen la vereda propiamente dicha.
Descálzate y siéntate en el rincón más fresco de tu hogar, para disfrutar de esta obra que fue denominada por su autora como Barrio Jardín.
La imagen exterior de la vivienda -previa a su reforma y ampliación- tenía una estética simple que sólo respondía a la función que albergaba cada espacio. Su envolvente de ladrillo a la vista y su cubierta inclinada de chapa, no la diferenciaban del resto de las viviendas de la manzana. Su jardín delantero, por sus dimensiones y forma, estaba infrautilizado.
Luego de la intervención de la arquitecta, la imagen exterior de la vivienda se volvió más interesante y destaca en el paisaje urbano de la cuadra. El proyecto reubicó el ingreso de la casa –reemplazando su disposición frontal anterior- por una lateral que le aporta mayor intimidad ya que, resguarda las visuales hacia el interior de la vivienda.
A diferencia de la composición anterior, el ingreso se jerarquiza a partir de un plano más oscuro en “L” a modo de alero que protege el ingreso de la lluvia y la incidencia directa del sol. Este gesto en la volumetría se repite de otro modo en el marco de la ventana frontal que da hacia la calle.
El resto de la volumetría se revistió con un material plástico texturado color arena que, junto con las aberturas -más amplias y modernas- unifican la imagen exterior de la casa.
El espacio del comedor se define a partir del encuentro de dos muros de diferente color que se combinan con el color blanco de la mesa y el tono oscuro de los almohadones de las sillas. La mesa de madera de línea moderna acomoda hasta seis comensales. La tapa de la mesa es de vidrio, lo que la vuelve visualmente más liviana. Esta es una buena opción para utilizar en comedores de reducidas dimensiones. Así, con elementos simples y accesibles, se define el diseño interior del ambiente, recurso que se repite en el resto de los ambientes de la vivienda.
El estar –contiguo al comedor- se concreta a partir de un sillón en “L” de eco cuero color negro donde se ubican dos almohadones en contraste. La escena se completa con un mobiliario blanco -hecho a medida- muy práctico que acomoda diferentes objetos y artefactos.
La pared donde se instala la TV se destaca a partir de un revestimiento de piedra natural y un plano de color que encuadra el artefacto.
En la imagen se ve en detalle el tratamiento que se diseñó para la pared de la TV. Otro criterio que se aplicó en la casa, fue utilizar un color vibrante para los espacios de circulación, a diferencia de los locales habitables que presentan tonalidades más neutras.
La imagen presenta en detalle el nuevo ingreso lateral a la vivienda que vuelve más íntimo el recibidor de la misma.
La volumetría de la casa luego de la intervención, se define a partir de formas geométricas puras que componen una imagen exterior racionalista.
Si querés seguir conociendo cambios increíbles, te recomiendo este libro de ideas: Antes y después: un cambio más que radical
